Miley Cyrus ha logrado consolidarse no solo como una de las artistas más influyentes de la música, sino también como un ícono de estilo que deja huella en el mundo de la moda. Desde sus inicios en el ojo público hasta su reinvención constante, la cantante ha usado su estilo como una herramienta para expresar su personalidad única, desafiando las normas y creando tendencias propias. Además es la cara de Gucci y Dolce & Gabbana.
Ahora, volvió a acaparar todas las miradas tras protagonizar una sesión de fotos para la revista Harper’s Bazaar donde no solo se luce en la tapa sino que además muestra elecciones de vestuario de lujo donde el glamour es la única consigna.
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Miley Cyrus: ícono de la moda
Para la tapa de la revista, la artista deslumbró con un body dorado cubierto de plumas. Sin embargo, lo que más llamó la atención del look fue su make up: llevó los ojos maquillados con sombras blancas y un delineado cat eye en fucsia que adornó con máscara de pestañas negra.
El dorado, sin dudas, en uno de los colores más elegidos por las amantes fashionistas de alrededor del mundo. Para una de las capturas, se lució con un vestido metalizado de mangas largas, con cuello polera y falda tubo hasta los tobillos. Complementó la apuesta con botas negras con terminación en punta y una larga estola de piel al tono.
Para la tapa de Bazaar, eligió otro diseño de make up. Apostando por un look más colorido, lució los ojos maquillados con sombras en verde manzana y máscara de pestañas negra. En esta ocasión, sumó también rubor rosado, iluminadores en ciertas partes de la cara y un lipgloss rojizo.
Al igual que muchas famosas en Europa, Cyrus optó por mostrarse con un abrigo de piel sintética en color mostaza.
Por debajo, se mostró casi al desnudo: con tan solo un conjunto de lencería nude y pantymedias transparentes al tono.
Los tapados de piel también coparon el photoshoot: lució uno larguísimo en color crudo que combinó con un par de sandalias romanas altas blancas.
Con una estética en blanco y negro, la cantante también se mostró para los flashes con un vestido blanco completamente translúcido, de un solo hombro. Lo combinó con un adorno de plumas negro en la cabeza y un megadelineado cat eye en negro.
Aprovechando el beauty look al máximo, volvió a hacer un cambio de vestuario. Se lució con un body negro con detalles de pedrería y recortes en el escote y medias de red haciendo juego.
Finalmente, deslumbró con un look total black: musculosa con aberturas en los laterales y escote en U y minifalda de tiro alto con volados. ¿El toque final? Stilettos de charol con taco aguja y pulsera.
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