Marta Minujín combina arte y moda con su sello y presenta una colección cápsula de edición limitada en torno a la prenda icónica que ha sido testigo de su camino creativo y personal: el overol.
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Realizada en colaboración con el estudio multidisciplinario con base en Nueva York Sudestada, la cápsula reimagina tres de sus llamativos collages psicodélicos de finas tiras de tela pintada en exclusivos overoles, pañuelos y fulares extra grandes con precios entre 250 y 950 dólares.
Ya disponibles para pre-ordenar, los overoles están realizados en América Latina en 100% seda siguiendo los diseños originales de los uniformes de trabajo que su abuelo solía producir en la casa del siglo XIX donde ella nació y hoy tiene su estudio y galería en el barrio de San Cristóbal.
“Vivo con el arte desde los diez años. Si no trabajo o no invento o no hago nada, no existo. Soy un artista en el aire, con el overol puesto vuelo”, comentó Marta Minujín cuando dio a conocer su colección cápsula.
Marta Minujín y la moda
Marta creció rodeada de hilos, sastres y máquinas de coser. Su abuelo, Salvador Minujín, dirigía Casa Minujín, una prestigiosa fábrica de trajes y uniformes de trabajo que colaboraba con reconocidas instituciones nacionales argentinas como el Teatro Colón.
Hace casi 60 años, en el mismo lugar donde se diseñó esta colección cápsula, Marta le solicitó al sastre de su abuelo que le confeccionara un mono con raso dorado para lucir en la presentación de Simultaneidad en Simultaneidad.
Su objetivo era modernizar su guardarropa desarrollando prendas en consonancia con su visión artística, que en ese momento se había vuelto pop después de comprar su primera minifalda en Milán mientras asistía a la Bienal de Venecia de 1964.
“Ese año mi vida cambió por completo. A través de los colores descubrí la alegría, el humor, la diversión y eso impactó completamente en mi forma de empezar a vivir y vestir también. Siempre digo que hay que vivir del arte. Al principio yo era como un existencialista, todo era negro y horrible. Luego me hice pop y creé un mundo multicolor en el que soy feliz y quiero que todos lo experimenten”, dice la genial artista argentina.
La inmersión de Marta en el mundo del pop, combinada con su eterna pasión por la moda y los textiles, hicieron que los overoles pronto trascendieran sus orígenes utilitarios y se convirtieran en un lienzo a través del cual podía articular sus ideas, su arte, su historia y su individualidad. Sinónimo de su nombre, hoy son su uniforme de cabecera.
En su guardarropas cuenta con más de 50 diseños en infinitos colores y texturas a los que hoy se suman los de su colección homónima que invita a todos sus seguidores a experimentar la libertad, diversión y comodidad que ella siente cuando viste en overoles.
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