El 29 de julio de 1981 se realizó la Boda Real entre Lady Di y el príncipe Carlos, el ahora rey de Gran Bretaña, en la Catedral de San Pablo, de Londres. Hasta entonces, los novios se habían visto solamente trece veces, lo que ya era una señal del destino de fracaso que tenía una de las relaciones más tormentosas en la familia real.
La novia llegó en una carroza de cristal junto a su padre, el conde John Spencer. En la Catedral la aguardaban la familia real completa, liderada por la reina Isabel II, lo más selecto de la realeza europea, presidentes y celebridades.
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La ceremonia fue oficiada por el arzobispo de Canterbury, Robert Runcie, secundado por 25 sacerdotes. Después de dar el sí, Lady Di y el príncipe Carlos se dirigieron al Palacio de Buckingham, donde se realizó el banquete nupcial.
El vestido de ensueño de Lady Di
Los diseñadores de moda en ese momento, David y Elizabeth Emanuel, confeccionaron un vestido digno de una Boda Real en seda color marfil, con bordados en perlas y una cola de tafeta de 25 metros de largo.
Su signo distintivo fueron las mangas voluminosas que se usaban entonces, junto a un cuello con volados y un escote muy pequeño. Además, la cintura era ajustada y la falda, amplia. Una pequeña herradura para la buena suerte, en oro de 18 quilates con pequeños diamantes, estaba escondida y cosida en la parte interior.
Además, los zapatos –creados por los mismos modistos- tenían dos corazones realizados con 540 lentejuelas y 130 perlas. Además, un detalle que nadie pudo percibir, habían grabado las iniciales “D” y “C” en las suelas.
Lo que no se sabía de la Boda Real
Con el tiempo, se fueron conociendo detalles de lo que los ingleses vivieron como una fiesta en la que el príncipe solterón finalmente había encontrado en una aristócrata inocente de 20 años a su “amor verdadero”. Sin embargo, Lady Diana Spencer recordó ese día como “el peor de su vida” en las grabaciones para su autobiografía.
La pareja se había visto solamente trece veces desde que se conocieron en 1977 en la finca campestre de los Spencer en Althorp, porque entonces el príncipe era novio de la hermana mayor de Diana, Lady Sarah.
Recién volvieron a encontrarse en la mansión de un amigo en común, Philip de Pass, en New Grove. Eso fue en 1980 y el príncipe la besó por primera vez cuando la joven le dijo “que lo había visto muy solo” en el funeral de su tío Lord Richard Mountbatten y que “alguien debía cuidarlo”.
Aristócrata, protestante, bella y virgen, se convirtió en la candidata perfecta para la Boda Real. El compromiso se anunció el 24 de febrero en el Palacio de Balmoral. La novia usó un sencillo traje azul de pollera larga y chaqueta, combinado con una camisa anudada al cuello, que había comprado el día anterior en Harrod’s.
La historia de amor que nunca fue
En la primera entrevista que brindaron juntos a la televisión británica, Lady Di contestó enseguida “¡Por supuesto!” cuando les preguntaron si había mucho amor entre ellos. Pero el príncipe arruinó el momento, agregando “signifique lo que signifique el término ‘amor”.
Los novios sabían que estaban tomando la decisión equivocada. El heredero del trono amaba a Camilla Parker Bowles, y Diana descubrió que le había comprado un brazalete poco antes de la boda. Pero sus amigas y sus familiares le dijeron que su cara ya estaba en todos los souvenires de la Boda Real.
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Además, en el documental estrenado a veinte años de la muerte de la princesa de Gales, Lady Di: en sus propias palabras, ella hacía varias revelaciones sobre su vida sexual. “La iniciativa nunca partía de él”, le contó a su instructor de voz, Peter Settelen, en videos grabados entre 1992 y 1993.
“Hacíamos el amor una vez cada tres semanas, lo cual me parecía raro. Hasta que descubrí el patrón que seguía, porque antes de casarnos se veía con su amante cada tres semanas”, agregó.
Finalmente, compartió que en una época “había una relación sexual entre ellos”, pero que “la chispa se apagó hace seis o siete años”. Así, Lady Di dio a entender que sus relacione sexuales con el príncipe Carlos habían terminado hacia 1987, apenas seis años después de la Boda Real.
