Pocas modelos pueden darse el lujo de haber sido musa de Karl Lagerfeld, abrir el desfile de Louis Vuitton en París, ser una infaltable en las pasarelas de Chanel, Dior y Saint Laurent y protagonizar varias veces la tapa de Vogue. Mica Argañaraz se da este lujo y otros más. A los 29 años, con su 1.78 y una melena de rulos inconfundible, Mica (a secas, así la llama la industria, tal como sucedía en los 90 con Claudia Schiffer, Naomi Campbell o Cindy Crawford, a quienes se la conocía solo por el nombre de pila por su categoría de supermodelo) forma parte del top ten de las modelos internacionales del momento. A la par de las hermanas Bella y Gigi Hadid, la joven Kaia Gerber y la mediática Kendall Jenner.
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Su influencia es tan grande que en la última temporada de desfiles que comenzó casi el mismo día que la invasión rusa a Ucrania, la top argentina comenzó una campaña para que sus colegas siguieran su ejemplo de donar sus salarios de la temporada en beneficio a los refugiados. “Fue algo que me salió espontáneamente, no lo pensé mucho. El día que empezaron los desfiles en Milán, Rusia invadió Ucrania y era muy surreal estar en medio de la vorágine del fashion week. Trabajo con muchas personas ucranianas y rusas, escuchar sus historias me movilizo mucho“, le cuenta Mica a TN Estilo en una entrevista exclusiva durante su breve estadía en Buenos Aires antes de partir a Europa para retomar sus compromisos laborales. “No me esperaba la repercusión que tuvo, pero estuvo bueno“.
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El poder de las celebridades para generar causas solidarias es innegable y Mica pudo comprobarlo, ya que muchas modelos se unieron a la causa solidaria con Ucrania. “Yo creo que cualquier persona tiene el poder de ayudar. Obviamente, el hecho de ser conocido o popular facilita la llegada masiva de un mensaje. Me interesa involucrarme en temas de solidaridad y lo hago“.
Mica Argarañaz, del campo argentino al mundo
Micaela Argañaraz nació en Buenos Aires y a los dos años su familia se mudó a Laprida, cerca de Olavarría. Estudió en una escuela rural y a los 17, luego de terminar la secundaria, se instaló en Buenos Aires para hacer el CBC de Historia del Arte. Pero el destino le tenía preparado otros planes: llegó a la agencia de modelos de Lorena Ceriscioli por insistencia de sus amigas que veían sus condiciones y de allí viajó a París, donde en tiempo récord tuvo la moda a sus pies.
De la pasarela a Lady Gaga
Prada, Dior, Chanel, Saint Laurent y Dolce & Gabbana la contrataron para sus desfiles y campañas. Tom Ford, incluso, la hizo participar en un video junto a Lady Gaga. “Es interesante, trabajar con ellos. Respeto y admiro mucho su trabajo. Es inspirador trabajar con gente tan creativa, pero puertas adentro estamos todos en el mismo ámbito de trabajo, son personas normales que trabajaron duro para llegar donde están!“, cuenta Mica Argarañaz que cuenta con casi 400.000 seguidores en su cuenta de Intagram. No hay que olvidar que la redes sociales hoy son clave.
“Instagram es una plataforma que cambió a la industria de la moda, entiendo que las marcas involucren influencers, o instamodels. Pero eso no es algo que afecte mi trabajo, el mundo es grande, hay espacio para todos“, dice Argañaraz. “En este trabajo me di cuenta de que tenés que forjar tu carrera individualmente. Nada se puede comparar. Si es cierto que las cosas cambian todo el tiempo y hay que adaptarse, pero también hay que seguir siendo uno mismo“.
¿Su futuro estará entonces cerca de la moda? “No “sueño” solo con eso. Quiero hacer y aprender un montón de cosas más. En realidad no imaginaba que mi carrera iba a tomar el camino que tomó. Hoy siento que estoy en el momento ideal para empezar con proyectos más míos. De todas maneras voy a seguir trabajando como modelo“, cuenta Mica.
Extrañar Buenos Aires y el flan con dulce de leche
Instalada en París, viaja por el mundo todo el año, aunque también trata de pasar un tiempo a Argentina cuando su agenda se lo permite “Extraño a mi familia y a mis amigos, extraño la simplicidad de algunas cosas, como entenderme con mis amigos de acá y hablar en argentino. El flan con dulce de leche y los kioscos abiertos hasta tarde y los sorrentinos de ricota mi mamá“, dice con melancolía. “Y si bien por el momento no me imagino viviendo en mi país, estoy viniendo más seguido y me quedo por tiempos más largos porque lo disfruto un montón, mucho más que los viajes relámpagos que hacía antes. Conecto de verdad con mi realidad acá y me encanta. Lo siento necesario en mi vida“.
Aunque falte el flan y los abrazos, la balanza de Mica Argañaraz se vuelca a lo positivo y se muestra feliz de haber tomado la decisión de hacer una carrera internacional. “No me arrepiento ni un poco. Nunca sentí que me iba a probar suerte, sabía que era algo que tenía que hacer, además de que era una gran oportunidad. Sé que soy muy afortunada, pero también sé que no fue solo cuestión de suerte“, concluye la supermodelo a punto de embarcar a París para seguir conquistando el mundo.
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