La princesa Alexia de Países Bajos, de 16 años, hija de los reyes Guillermo y Máxima, pasará a llamarse simplemente Alexia de Orange durante los dos cursos de bachillerato internacional que está a punto de comenzar en el Atlantic College de Gales. Es el mismo centro al que acudirá Leonor, princesa de Asturias, que tampoco usará el título, puesto que durante la estancia no se hacen distinciones entre los alumnos.
Alexia es la segunda hija de los soberanos holandeses, y la libertad que disfrutará siendo una más es una oportunidad que sus padres consideran esencial para su formación. Alexia no tiene las obligaciones de su hermana mayor, Amalia, heredera al trono, pero tampoco tendrá otros privilegios. En el futuro, no habrá palacio, personal de seguridad o sueldo del Estado para ella. Deberá ganarse la vida, y los reyes quieren que sea libre para decidir su camino. Su hermana Amalia renunció a su asignación de 300.000 anuales hasta que termine sus estudios.
Alexia nació el 26 de junio de 2005, y entre sus padrinos de bautismo figura la reina Matilde, de Bélgica, y Juan Zorreguieta, hermano de Máxima. Está en segundo lugar en la sucesión al trono, y ha estudiado la secundaria en el Gymnasium Sorghvliet, de La Haya, un centro público al que se accede en función de la nota obtenida en la primaria. Es el mismo al que asistió la princesa Amalia y también lo hace la hermana pequeña, Ariane, de 14 años. El temario escolar incluye, entre otras materias de ciencias y letras, latín, griego y chino; además de religión, ya que se trata de una escuela de inspiración cristiana. Las tres hermanas son buenas estudiantes y no han tenido problemas para avanzar.
Juega al hockey sobre césped, deporte muy popular en Países Bajos, y toca la guitarra. Tiene además habilidad para el canto —obtuvo un papel en el musical del colegio, Mamma Mia, con canciones del grupo sueco Abba—. O al menos eso opina Rick Evers, autor de una biografía sobre la reina Máxima recién publicada en Países Bajos, al teléfono: “Es la segunda, la misma posición que la infanta española Sofía, o la princesa Margarita de Inglaterra en otra generación. Tienen que estar preparadas por si acaso, pero disponen de mayor margen, y Alexia de Orange podría ser incluso cantante. Su tía abuela, la princesa Cristina, fallecida en 2020, fue cantante profesional, aunque tal vez esa carrera cree algunos problemas”.
En su opinión, Alexia se mira en su madre, mientras que la princesa Amalia, que debe formarse en asuntos de Estado, lo hace más en su padre. En la elección del Atlantic College ha influido el rey Guillermo, que obtuvo allí en 1985 su propio título, y todavía conserva las amistades de entonces y guarda excelentes recuerdos.
El soberano ignoraba la presencia de la princesa Leonor en el mismo año que su hija porque la preselección es anónima. “Las dos princesas se conocen, como ya dijo su padre, porque cuando todos los herederos de las coronas europeas eran aún príncipes, solían reunirse una vez al año en alguno de sus respectivos países con sus familias. Además, Alexia y sus hermanas hablan español desde que nacieron. Una vez en Gales, no se sabe si coincidirá con Leonor en el mismo curso, pero se verán allí, claro”, añade Evers.
El tanteo de los límites de su libertad por parte de Alexia ha sido visible en las redes sociales. Los reyes y las tres princesas no tienen cuentas personales, solo la oficial de la Casa Real, pero ella abrió una anónima en 2018. Mostraba allí sus conjuntos de ropa y sus amigos podían votar el preferido. En el encabezamiento ponía esto: “Yo no hago moda, yo soy la moda”, una frase de la diseñadora francesa Coco Chanel, y Alexia dejó de publicar en cuanto se supo que la cuenta era suya.
“Sí se han visto videos, de TikTok, por por ejemplo, publicados por sus amigos, donde está ella. En una foto de Instagram parecía llevar un cigarrillo en la mano en una fiesta, y se puede interpretar como una manera de seguir buscando espacios propios”, indica Evers. Aparte de estos escarceos de adolescente, la moda es una parada inevitable a la hora de hablar de reinas y princesas, y la hija de Guillermo y Máxima disfruta de la atención de los fotógrafos. Mientras Amalia posa sonriente, y Ariane se muestra algo más reservada, “no hay más que ver la actitud de Alexia: parece una modelo”, sigue Evers. También lleva a veces prendas de su madre, como en la serie de fotos familiares, firmadas en 2018 por el holandés Erwin Olaf, donde se puso una blusa blanca de Valentino del ropero materno.
“Creo que mis padres lo hacen muy bien, y teniendo en cuenta la carga de trabajo de mi madre, es verdad que siempre encuentra tiempo para nosotras”, le dijo Alexia el 27 de abril de 2020, Día del Rey, al youtuber holandés Enzo Knol en una conexión en directo. “Hay momentos de estrés, pero supongo que todos los padres tienen días mejores y peores. En general, estamos muy bien”, añadió.
Remco Meijer, especialista en la Casa Real del rotativo De Volkskrant, califica de inevitables las diferencias entre Amalia y Alexia respecto a la estancia en el Atlantic College. “Amalia cumple 18 años en diciembre y aparte del año sabático que espera disfrutar, debe darse a conocer a la sociedad holandesa y conocer a sus compatriotas ella misma. Formará parte del Consejo de Estado en cuanto sea mayor de edad, y sus relaciones internacionales se forjaran de otro modo. Las hermanas se llevan bien, pero sus caminos son distintos: Amalia es la heredera”.
La pandemia ha dificultado la presencia pública de Guillermo y Máxima, cuando la monarquía tiene que ser vista, y Meijer cree que la imagen de los reyes va mejorando desde el traspié del pasado octubre. “Se fueron a Grecia de vacaciones mientras el Gobierno pedía mesura en los viajes debido al coronavirus, y pidieron disculpas. El sentimiento republicano es residual en Países Bajos desde la Segunda Guerra Mundial, y han hecho lo posible por no fallar de nuevo”. Rick Evers apunta que en palacio hay asesores para todo, “pero ya el príncipe Claus, padre del rey Guillermo, decía que todo lo que hicieran en privado podía salir a la luz pública, y eso vale tanto para los soberanos como para Alexia”. La familia real está ahora de vacaciones en su villa de Grecia, y Máxima ha admitido en público “el vacío que queda” cuando salen los hijos.
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