La reina holandesa con sangre argentina tiene un vínculo indiscutible con la moda. Máxima Zorreguieta sabe cómo adueñarse de los looks más elegantes e innovadores, a la vez que da lecciones de estilo con sus outfits reciclados y conjuntos sastreros en todos los colores.
// Natalia Oreiro se vistió de gala con bucaneras de red brillantes
Recientemente, la argentina retomó junto a su marido, el príncipe Guillermo, la agenda de viajes de Estado tras las medidas sanitarias por la pandemia del coronavirus, y en su llegada a Berlín deslumbró con una pieza única y artesanal, en cuya creación participó un artista argentino.
Se trata de un vestido blanco sin mangas, cuello redondo y falda midi irregular firmado por Natan, la marca del diseñador belga Edouard Vermoulen, uno de los favoritos de Máxima y otras mujeres de la Realeza como Brigitte Macron, Letizia y Silvia de Suecia. Pero el detalle distintivo de la pieza fue obra de Pablo Piatti, un artista argentino radicado en Europa, que pintó a mano sobre el vestido hojas y rayas de inspiración vegetal e insectos, en tonos rojos, azules y verdes. El diseño es parte de una colaboración entre el argentino y el belga, que lo eligió para crear una colección cápsula con tinte occidental y para decorar con sus trazos las paredes de algunas de las tiendas de la firma.
El resto del look de la princesa estuvo a la altura del innovador diseño. Combinó a la perfección el vestido con un tocado con la misma estampa, que adornó la parte trasera de su cabeza y le dio volumen al peinado, una cola de caballo baja. La cartera clutch y los stilettos en punta, de color verde lima, fueron el complemento ideal para un look colorido pero sobrio. Por último, llevó finos guantes blancos, aros con perlas y un brazalete con brillantes, detalles elegantes y dignos de una princesa.
Y aunque semejante atuendo pareció no dejar lugar para más sorpresas de la mano de la reina, redobló la apuesta y por la noche participó de un banquete en el Palacio presidencial de Bellevue y volvió a arrasar con su estilismo. En esta ocasión, eligió un vestido de gala largo con un solo hombro y de base lila, decorado con apliques de flores violetas y hojas doradas, firmado por el holandés Jan Taminiau.
Máxima fue por más y llevó una de las piezas de joyería más valiosas dentro de la Casa de Orange: la tiara Estuardo, una gema cuyo origen se remonta a 1960 y fue un regalo del rey Guillermo III a su esposa, María Estuardo. Una vez más, los complementos brillantes fueron los elegidos para terminar un look rebosante de elegancia: aros y collar plateados y un clutch dorado, a juego con el vestido.
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