No necesita presentación. La influencia de Shakira a nivel internacional es indiscutible y ha medida que su carrera musical fue creciendo, su estilismo fue evolucionando a la par. A los 44 años y con un largo camino recorrido, parece que todavía tiene oportunidad para las “primeras veces”. Es que por primera vez, la artista colombiana es tapa de Vogue México, en su edición de julio.
Además de una producción de fotos a cargo del fotógrafo de moda Nico Bustos, la cantante participó de un video para Vogue en el que hizo un repaso por los looks de su carrera. Los tops ajustados, las plumas, los corpiños y los pantalones tiro bajo eran su sello principal en sus primeros años. ¿La constante? Los rulos XL, que la acompañaron desde siempre y hace poco volvieron al color rojizo de sus inicios.
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Así lo lució en las fotografías de la versión mexicana de La Biblia de la Moda. En la portada, posó con con vestido rojo y ajustado al cuerpo. ¿El detalle? La abertura triangular debajo del busto, al mejor estilo cut out, que dejó ver un corpiño strapless negro, y los guantes sin manos, en la misma tela del vestido, por encima de sus codos.
Curiosamente, se trata de un look que nos recuerda al que lució en su primera aparición en la entrega de los Grammy: un bodysuit, también en color rojos y superajustado -ideal para su icónico movimiento de caderas- y un cinturón estilo danza árabe. “Escogí específicamente el color rojo porque pensé que iba a ser un color memorable”, comentó la latina, que definitivamente lo consiguió no solo esa noche, sino a lo largo de toda su carrera.
En esta etapa de su carrera, la cantante busca un look más natural, y eso quedó reflejado en la producción. El make up, a cargo de Tom Pecheux -director de YSL Beauty- fue sutil y delicado: delineador y máscara de pestañas negros, cejas bien marcadas y un rojo suave en los labios.
El siguiente look de la colombiana no se quedó atrás: posó con un vestido largo sin mangas de lentejuelas negras y corte sirena, elegante y sexy a la vez. Una vez más, la acompañó su melena descontracturada y “wild”.
Multifacética como ella sola, pasó de los brillos a un estilismo romántico y se lució con un vestido de manga larga y cuello alto, con transparencias, encaje y flores intercaladas a lo largo de todo el diseño.
Un modelo similar de vestido fue el elegido para otro de sus cambios, pero esta vez con una estampa con reminiscencia de los años 70 y acompañado por botas acordonadas con plataforma escondida.
Y una vez más, se adueñó del estilo sexy y femme fatale, con un mini dress strapless y al cuerpo, en color dorado y metalizado.
Definitivamente, su talento para reinventarse sigue intacto y lo refleja en su música, sus looks y su capacidad de mantenerse vigente y más viva que nunca con el pasar de los años.
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