“Un vestido negro es la cosa más esencial en el armario de una mujer”, aseguró el magnate Christian Dior en una ocasión. A lo largo de los años, el minivestido negro fue elevado a símbolo de poder y sensualidad femenina, no solo por su intrínseca versatilidad y mesura sino además por las celebridades que lo incorporaron a su repertorio de estilos. Audrey Hepburn, Lady Di, Coco Chanel, por mencionar algunas.
Hoy, un siglo después de la creación del concepto, el little black dress se ha convertido en una corriente doctrinaria, en una auténtica regla de moda, indispensable para cualquier mujer. Una prenda duradera, asequible y accesible capaz de reinventarse cada temporada en función de las nuevas tendencias, entre ellas, el total look cuero. Basta con echar un vistazo a las últimas propuestas de Soledad Fandiño y Pía Shaw para confirmar su carácter favorecedor.
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En primer lugar, la panelista de Los Ángeles de la Mañana dio su visto bueno a esta tendencia con un vestido camisero confeccionado en ecocuero ceñido a su cintura con un cinturón al tono. La pieza contaba con bolsillos en el pecho y botones a lo largo, los cuales llevó desabrochados en la zona del dobladillo para enfatizar la estética femme fatale. ¿El toque final? Unos zapatos negros altísimos de gamuza con plataforma escondida, decorados con sutiles tachuelas en la zona del taco.
En cuanto al beauty look, se inclinó por un sombreado en tonos metálicos, delineado negro, mucha máscara de pestañas y labios nude con tintes rosados, a la vez que llevó su melena suelta y lacia con mechones más cortos en ambos laterales. “Derrochás pura belleza y sensualidad”, “Te queda hermoso el total black”, “Bomba Pía”, comentaron algunos usuarios en su posteo de Instagram.
Por otro lado, Soledad Fandiño también logró instalarse en boca de todos con su estilismo de cuero en clave negro. Pero a diferencia de su contrincante, eligió un modelo tipo jardinero con mangas musculosa con hebillas metálicas, aunque también incorporó un cinturón para ajustarlo a su figura. En lugar de botones, el minivestido contaba con un cierre y algunos bolsillos minimalistas, y lo llevó sobre una musculosa blanca básica para acrecentar su informalidad. En los pies lució unas botas texanas negras con taco, con el mismo fin.
Una vez más, llevó el pelo suelto con ondas naturales y descontracturadas: su insignia fashionista más distintiva. Además, resaltó sus ojos azules con sombras brillantes y pestañas postizas.
¿Quién ganó este duelo de estilos?
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