Hunter Schafer saltó a la fama tras su comentada interpretación en Euphoria, la serie que exterioriza el choque vital entre la adolescencia y la adultez a través de una estética indudablemente noventosa. Junto a Zendaya como co-protagonista, derribaron los límites del maquillaje convencional y marcaron tendencia con cada uno de sus vibrantes estilismos. ¿Su nuevo desafío? Posar como rostro de Shiseido, un conglomerado japonés de cosméticos y cuidado de la piel.
En una hipnótica producción dirigida por Barnaby Roper, Hunter se une a los modelos José Gabriel, Isabel Asprilla y Natalia Bogdanova. Su look principal estuvo compuesto por un suéter blanco con paneles transparentes y cuello de tortuga, a juego con una falda satinada de tiro alto en la misma clave cromática. El resto del elenco enfatizó el protagonismo de los tonos neutros a través de diseños básicos en monocolor: un guiño a los productos de maquillaje más populares.
Además de las imágenes, Hunter también aparece en un comercial que destaca sus facciones y su beauty look de ensueño: delineado plateado con apliques de pedrería brillante, labios nude, sombreado blanco y recogido con raya al costado y efecto wet. Definitivamente, un acierto fashionista teniendo en cuenta su apariencia etérea e intrigante.
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¿El producto estrella de la campaña? La nueva base Lifting Radiante Synchro Skin. “Es un filtro para la vida real. Cada tono de esta gama inclusiva rebota la luz de forma controlada para suavizar, ocultar y refinar la piel en un simple paso “, explican desde la marca.
La trayectoria de Hunter en el mundo de la moda comenzó a cimentarse incluso antes del estreno oficial de Euphoria, cuando los adelantos y fotografías promocionales acabaron por conquistar a la generación Z. Hoy, cuenta con 2.9 millones de seguidores en Instagram y una carrera como modelo en pleno despegue: y su fandom no puede esperar a conocer su próximo proyecto.
Hace unos días, debutó como chica de tapa para la revista Porter y los resultados fueron más que satisfactorios. Enfundada en un espectacular vestido dorado de corte asimétrico y botas texanas a tono, dio cátedra de elegancia y frescura juvenil entre los médanos de un desierto. Incluso decoró las palmas de sus manos con pintura dorada para acrecentar la excentricidad de las fotografías.
Luego, lució un blazer sastrero en rosa pastel que complementó con aros de perlas, llegando incluso a decorar sus cejas con delineado rosado. Un guiño indiscutible a los estilismos de fantasía del show que catapultó su fama.
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