Desde que la legendaria Coco Chanel instauró su protagonismo en 1926, el little black dress se convirtió en un símbolo de poder y sensualidad femenina. Su sencillez, mesura y versatilidad contrastaban la exuberancia que dominaba el mundo de la moda hasta el momento, y múltiples mujeres comenzaron a identificarse con su significado.
“Puedes llevar negro a cualquier hora del día o de la noche, a cualquier edad y en cualquier ocasión. Un vestido negro es la cosa más esencial en el armario de una mujer”, afirmó Christian Dior años después. “Amo el color negro, porque afirma, diseña y estiliza. Una mujer en un vestido negro es un trazo de lápiz”, enfatizó Yves Saint Laurent.
Tal es su atemporalidad, que su presencia en todas las colecciones se mantuvo ininterrumpida a casi un siglo de su creación. Una corriente doctrinaria, una auténtica regla fashionista una prenda “duradera, versátil, asequible, accesible al mercado más amplio y en un color neutro”, en palabras de su icónica precursora.
Hoy, ante las inéditas circunstancias de pandemia y distanciamiento social, vivenciamos una época festiva sin precedente alguno, donde la celebración a lo grande fue relegada a un segundo plano. Sin embargo, varias celebrities decidieron aprovechar la oportunidad para estrenar alguno de sus estilismos estrella escondidos en el guardarropa e inmortalizaron el momento en sus redes. Y qué mejor que un LBD para arrancar un nuevo año.
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Una de ellas fue Hailey Bieber, quien deslumbró en un minivestido negro de Saint Laurent para dar la bienvenida al 2021 junto a su marido, el cantante Justin Bieber. La pieza se destacaba por su singular escote de corazón invertido y detalles plisados en tejido georgette de seda que acrecentaban su atrevimiento y osadía. Un innegable hito fashionista en su año estrella: hace unas pocas semanas la veíamos brillar en la campaña de Versace.
La modelo de 24 años completó este impresionante outfit con varios collares dorados y un par de aros a tono, y como peinado optó por un recogido bajo con efecto wet. Bieber, en cambio, lució un traje de sastre monocromático con un botón blanco, al que añadió una gorra de béisbol para informalizar el resultado.
Pero no es la primera vez que su impacto estético sale a la luz. El diseño forma parte de la colección primavera-verano 2020 de la firma francesa, presentado durante la Paris Fashion Week en septiembre. La actriz española Úrsula Corberó lo llevó en su portada personalizada para la edición española de la revista InStyle, mientras que la protagonista de Big Little Lies, Zoe Kravitz, lo hizo en una producción para el Elle americano.
Esta última dio cátedra de sensualidad y apostó al desnudo total, conservando como única decoración un collar maximalista de caracoles y perlas y una vincha a juego de los mismos materiales.
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