Pierre Cardin fue mi primer entrevistado internacional. Tenía 20 y tantos años y ya trabajaba como periodista de moda en el diario Clarín, en el suplemento Clarín Mujer. La posibilidad del encuentro con el diseñador italiano al que todos creen francés, llegó a través de los licenciatarios de la marca en Argentina, que en ese momento era una de las pocas internacionales junto a Christian Dior que estaban en el mercado local.
// Murió el diseñador Pierre Cardin a los 98 años
Aterricé en París con toda la emoción y los nervios que merecía la ocasión. Cardin era uno de los grandes nombres de la pasarela internacional, un hombre que con su estilo futurista había marcado un antes y un después en la moda y que se había encargado de llevar su sello a lugares como China, Rusia y Japón. Como Paco Rabanne, Cristobal Balenciaga e Yves Saint Laurent, ya era una leyenda.

El encuentro fue en sus oficinas desde donde se manejaba el imperio Cardin, que vendía desde ropa hasta perfumes y vajilla. Él se mostró amable y muy educado, algo que me llamó la atención porque q yo venía de un país donde su negocio era mínimo y pertenecía a un medio que no se especializaba en moda. Escuchó atentamente cada pregunta y tuvo extensas respuestas en cada caso. Hablamos de todo: sus comienzos, la revolución que causaron sus diseños futuristas en los años 60, su expansión por el mundo, sus legendarios desfiles, la relación con sus colegas y su influencia en el mundo de la alta costura y el prêt-à-porter.
Al día siguiente, almorzamos en un restaurante italiano muy pequeño en el Barrio Latino. Era suyo, como el legendario Maxim’s de París, que compró en 1980. A Cardin le gustaba darse todos los gustos. “Si quiero algo, me lo creo“, recuerdo que me dijo. Y en ese lugar le cocinaban sus pastas favoritas. Aunque era casi cien por ciento francés, Pietro Cardin (su verdadero nombre) no olvidaba sus raíces italianas.

Siguiendo con la charla, me contó que siempre había soñado con un espacio cultural como el Espace Cardin, ubicado en los maravillosos Champs-Élysées. El lugar, cuya concesión logró en 1970, tiene un teatro, una sala de cine y una galería de arte donde muchas veces exhibió sus legendarios diseños. Después de todo, allí Cardin era el anfitrión.

También me contó que odiaba las vacaciones, el golf, el tenis y todo lo que representara la palabra ocio. Amaba tanto tu trabajo que lo disfrutaba mucho más que el tiempo libre. En el momento de la entrevista tenía 76 años y daba dos veces la vuelta al mundo por año. A pesar de ser la séptima fortuna de Francia, se lo veía disfrutar de las cosas más simples como un rico plato de pastas. Y sí, Pierre Cardin tenía la humildad de los grandes y la genialidad de unos pocos. Su legado es eterno.
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