El otoño está entre nosotros. Y nuestra piel lo sabe. ¿Qué ocurre con el órgano más grande del cuerpo con los cambios de estación y de temperatura? Aunque pasaron los meses de mayor exposición al sol, hay que mantener la piel saludable y cuidada.
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Las personas con rosácea, por dar un ejemplo, suelen experimental mejorías con la reducción de la intensidad del sol. Pero éste puede seguir perjudicándonos, con arrugas y manchas. Acá van cinco consejos para proteger la piel en estos meses de otoño.
Limpiar tu piel con frecuencia
Hacer desaparecer las células muertas es clave para la buena salud de nuestra piel. ¿Cómo hacerlo? Aplicando a diario productos limpiadores, que eliminan las partículas que obstruyen los poros. Exfoliar la piel con cierta frecuencia es otra buena costumbre.
En cuanto a la limpieza, los dermatólogos recomiendan hacerlo dos veces por día (a la mañana y por la noche). Si no usás productos específicos para tu piel y preferís el jabón, tené en cuenta que sea neutro. De esa forma evitaremos reacciones en la piel o irritación.
Siempre hidratada
Muchas personas relacionan este punto solamente con el uso de cremas hidratantes, muy populares en el mercado y presentes en todas las farmacias. Pero ése no es el punto central. Tenés que hidratar tu piel tomando agua de manera frecuente. Sólo de esa manera lograremos limpiarla desde adentro.
Protegete del sol
En verano, todos sabemos que debemos aplicarnos protector solar y evitar las horas de alta exposición. De todas formas, en el otoño solemos descuidar ese aspecto. Los rayos de sol son igualmente dañinos durante todo el año. Si tenés previsto pasar muchas horas al aire libre, aunque te parezca que la temperatura no es alta, tenés que protegerte con un buen producto. Y, de esa forma, evitar la exposición directa al sol.
Cuidate del frío
Al igual que el sol excesivo, el viento y las bajas temperaturas son malas compañeras de la salud de nuestra piel. La vasoconstricción y la deshidratación son frecuentes en estos meses de otoño. ¿Qué debo tener en cuenta? Cubrir toda mi piel y no solamente la cara. Las manos son muy importantes y suelen sufrir mucho en estos meses.
Comé sano
Aunque no seamos muy conscientes, hay un vínculo muy directo entre lo que comemos y la salud de nuestra piel. ¿Sabías, por ejemplo, que las verduras y las frutas tienen un fuerte poder antioxidante?
Otros aspectos muy importantes son dormir suficiente -al menos, siete horas- para contribuir a la regeneración de nuestras células. El ejercicio frecuente es otro aliado fundamental, ya que oxigena las células de nuestra piel.
