La empresa química Atanor anunció, a través de un comunicado, el cierre de las plantas ubicadas en las localidades de Baradero y Munro, provincia de Buenos Aires. Van a concentrarse en el negocio de protección de cultivos con inversiones por u$s 70 millones para los próximos cinco años en las fábricas de San Nicolás y Pilar, en territorio bonaerense, y Río Tercero, Córdoba. Como contrapartida, los empleados de la planta, unos 80, dijeron que los despidieron sin avisarles.
La primera tanda de trabajadores de la fábrica de productos químicos Atanor en Baradero entra a trabajar a las cuatro de la madrugada. Según dijeron, cuando llegaron, se encontraron con el portón cerrado y varios volantes pegados en la puerta de la entrada que confirmaba los despidos.
"Lamentamos informar que la planta cesará su actividad productiva. Entendemos el impacto que esta decisión tendrá. No obstante, en el marco de dicha decisión, Atanor respetará y cumplirá con la legislación vigente. Para más información comunicarse con el área de recursos humanos", decían los papeles que los trabajadores le adjudican a la empresa, pero que Atanor no confirmó.
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"Están dejando a 80 familias en la calle. No vamos a tolerar que cierren las fuentes de trabajo. Hay una maniobra de asustar para poder ajustar", dijo el gremialista petroquímico Néstor Carrizo en declaraciones radiales. "Es un día triste, lo que está pasando en la localidad es de no creer", se lamentó Carrizo.
El director de Asuntos Legales y Corporativos de la compañía Agustín Herrera explicó que el grupo Albaugh -propietario de la empresa- decidió concentrar sus actividades en el desarrollo de productos agroquímicos y de protección de cultivos. El ejecutivo dijo la compañía "deja de tener actividad química en el país" y que por eso se resolvió cerrar ambas plantas, y que indemnizarán a los trabajadores despedidos.
Los telegramas de los despedidos llegaron al mediodía.
