Un nuevo guiño de Thomas Griesa le permite soñar al gobierno de Mauricio Macri con un levantamiento del embargo a los pagos. También a emitir deuda en dólares en el extranjero en poco más de una semana. Asimismo, es un golpe letal para el poder de negociación y presión de los fondos buitre.
Según lo establecido por el juez, si el Congreso argentino anula antes del 29 de este mes la ley de Pago soberano y la llamada ley Cerrojo -que impiden pagarle a otro acreedor más que a los que entraron a los dos canjes de 2005 y 2010- y luego les paga a los holdouts con los que ya llegó a un preacuerdo, Griesa está dispuesto a tomar una medida que le permitiría al país salir del default técnico en el que está desde julio de 2014. Hoy Argentina, a causa de este embargo, no puede pagar a los acreedores que entraron en esos canjes.
Para que esto se concrete, Macri necesitará los votos nada y más y nada menos que del Frente para la Victoria, que hizo de la causa "patria o buitres" un emblema. Si eso se da en este plazo, será un éxito político del macrismo que acorrala a los fondos buitre (Paul Singer, NML) y los fuerza a cerrar un acuerdo en el muy corto plazo.
En este complejo entramado judicial, político y financiero emergen tres figuras clave: el secretario de Finanzas, Luis Caputo, que le imprimió velocidad a las negociaciones; el nuevo estudio de abogados neoyorquinos contratado por el gobierno argentino (Cravath Associates), que sedujeron a quien hoy está del lado argentino y es el tercer actor decisivo, el mediador, Daniel Pollack.
Sin duda, este es el fallo más esperado del tan polémico juez Griesa, que ahora se muestra más razonable con el país. "Simplemente, desde la elección de Macri todo cambió", dijo en la audiencia de hoy. Si se levanta el embargo, la visita de Barack Obama a la Argentina a fines de marzo tendrá un tema menos de fricción en la agenda con el presidente Macri.
