El barrio de Retiro alberga un trío arquitectónico de altísima jerarquía en el cruce de las calles Arroyo, Juncal y Esmeralda. Allí, frente a la opulencia Beaux Arts del Palacio Estrugamou (donde vivió hasta su muerte el periodista Jorge Lanata), se alza el Edificio Minner, una joya del racionalismo de la década de 1930 cuya geometría y funcionalidad se convirtió en un hito urbano.
No es solo una propiedad, sino un fragmento vivo de la historia de la arquitectura de Buenos Aires, declarado Edificio Protegido por la Ciudad de Buenos Aires.
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El Miner se encuentra en una esquina muy particular: un terreno irregular que se desarrolla sobre tres calles, con su acceso principal sobre Arroyo 804.
La visión de Kálnay: el “Maestro” racionalista
El diseño de este edificio lleva la firma del arquitecto húngaro Jorge Kálnay (1884, Budapest/1957, Buenos Aires). Egresado en 1912 de la Escuela Real Superior de arquitectura en Hungría, Jorge emigró a la Argentina, donde, junto con su hermano Andrés, instaló un estudio que funcionó entre 1921 y 1926.

Si bien sus primeras obras relevantes en el país tuvieron reminiscencias Art Decó, Kálnay fue uno de los grandes impulsores del movimiento moderno y el racionalismo en la Argentina a principios de la década del 30, junto a figuras como Prebisch, Vilar, Acosta y Vautier. Su discurso intentó conciliar la tradición local con la necesaria renovación estilística de la época.
Experimentó con distintas tipologías urbanas y se preocupó por la racionalización de la ciudad existente. Hablaba abiertamente de la existencia de un “mercado inmobiliario” y diseñaba con una clara voluntad de optimización.

Entre sus obras más relevantes que marcaron la fisonomía de la ciudad se encuentran: el Cine Broadway (Corrientes 1115, 1931), el Mercado de Larrea y Lavalle (1929), el Estadio Luna Park y el icónico Edificio Diario Crítica (Av. de Mayo 1333, 1926). Su legado se completa con obras racionalistas y de alta jerarquía como la Maison Garay (Av. Juan de Garay y Defensa, 1936) y el Edificio Barrancas (Juramento y 3 de Febrero, 1933).
El Miner: curvas, calidad y diálogo urbano
El Edificio Minner fue proyectado para viviendas de renta y se habilitó en 1935. Consta de planta baja con un local comercial (originalmente dos viviendas que fueron transformadas), sótano y diez pisos con tres departamentos por planta.

La calidad de su construcción es notable y pionera para la época. Detalles como muros dobles, carpinterías y celosías corredizas embutidas en los tabiques, y losas aisladas de vibraciones con capas de corcho demuestran el enfoque detallista y la impronta del arquitecto y del comitente, Alfredo Miner, de quien un familiar recordó que era “muy, pero muy detallista”.

La verdadera joya arquitectónica del Miner reside en su fachada. De revoque blanco y líneas puras, se manifiesta el lenguaje racionalista de Kálnay. La pronunciada curva de la esquina de Arroyo y Juncal es acusada por los balcones en voladizo, lo que compone una imagen dinámica y expresiva. Esta curva no es casual; es un experimento de Kálnay con el desarrollo de una tipología edilicia en esquina como fragmento de manzana con patio central.
Esta particularidad geométrica lo pone en un “diálogo permanente” con su entorno. Se encuentra enfrentado a dos edificios emblemáticos: el monumental Palacio Estrugamou (1929), de estilo academicista francés (arquitectos Eduardo Sauze y August Huguier), y el edificio Art Déco construido por el arquitecto Francesco Gianotti.

Mientras que el palacio Estrugamou también tiene un frente curvo (aunque de estilo clásico), el edificio de Gianotti tiene líneas rectas. La elección de Kálnay de acentuar la curva con sus balcones circulares en la ochava crea un fenómeno de doble contraste.
Vida interior y los departamentos
El núcleo de circulación vertical se ubica en el centro de la planta, resuelto con una escalera curva y tres ascensores (dos principales), lo que demuestra la preocupación por la eficiencia funcional.
La planta tipo tiene tres departamentos, que se distinguen por sus balcones:
- Sector B (Esquina): Departamentos con los llamativos balcones circulares en toda su longitud, aprovechando la curva de la ochava.
- Sector A (Calle Esmeralda) y Sector C (Calle Juncal): Departamentos con balcones rectos de amplitud suficiente como para instalar una mesa para comer, ofreciendo una excelente luminosidad.

Todos los departamentos tienen una construcción y una forma similar: una gran recepción, un comedor contiguo al living, cocina, y dos habitaciones que, según los planos originales, podían funcionar como dormitorio principal y una habitación secundaria más pequeña.
Testimonios de sus habitantes y su legado
Los vecinos del Miner atestiguan la calidad de vida que ofrece. Un residente que vive allí desde 2003 destacó la ubicación geográfica en Retiro, la cercanía a Plaza San Martín y la “gran calidad de la arquitectura de la zona”.
Alfredo Miguel Schmidt, cuya familia se mudó en 1971 tras heredar una parte del edificio de la Sra. Margarita Viuda de Miner, recordó la excelente luminosidad y las vistas que, en esa época, alcanzaban hasta la costa uruguaya. La amplitud y comodidad de los departamentos son, según él, inigualables.
Otro habitante del edificio es Jorge Lapeña, uno de los mayores conocedores de la zona. Recuerda que la construcción se ubica en el corazón de un corredor arquitectónico excepcional: seis cuadras que van por Esmeralda, desde Santa Fe hasta Juncal, y continúan por Arroyo hasta Libertad, donde conviven piezas como el Palacio Pereda, la Embajada de Francia, la residencia Ezeiza, la Casa Bencich y el Mihanovich.
La geometría distintiva encuentra su expresión más clara en los balcones semicirculares del “sector B”, que definen la fisonomía del edificio. Según Lapeña, esos balcones no son un capricho: responden a la decisión del arquitecto de evitar una ochava recta y aprovechar mejor la luz, las visuales y la idea de un volumen continuo sobre la curva.

Schmidt señaló que los diez pisos del edificio mantienen una lógica repetida: tres departamentos por nivel, grandes recepciones, livings amplios y dos dormitorios —uno mayor, otro pensado originalmente para dos camas pequeñas—. Algunos conservan baños y cocinas originales, como el histórico 3° C, único que mantiene intacta su distribución.
Desde una óptica arquitectónica contemporánea, Juan Manuel Castro, creador de Buenos Aires al Paso en redes sociales, destaca que el Miner es “uno de los máximos exponentes del racionalismo en Retiro”. Para Castro, la fachada despojada, la curva de los balcones y la forma de tomar la esquina lo vuelven una pieza de transición fundamental dentro de la corriente.
El manejo de la ochava, el ritmo de vanos y las carpinterías curvas son —según Castro— resoluciones notables incluso hoy. La curva permite visuales privilegiadas: todavía es posible ver el río desde los balcones del sector B. A eso suma “los sistemas de apertura corrediza” y el modo en que la luz envuelve los ambientes principales.

Finalmente, Castro resalta aspectos de planta y circulación que anticipaban criterios muy actuales: espacios comunes nobles, materiales cuidados, pasajes de servicio diferenciados y ventanales generosos que hoy serían difíciles de replicar por costos y normativas.
La oportunidad inmobiliaria:
Hoy, el Edificio Miner ofrece la posibilidad de adquirir viviendas allí. Uno de los departamentos, ubicado en el 6º piso se encuentra a la venta. Un alquiler allí, hoy supera el $1.200.000 por mes.

Según informó Lucas Norman, de Re/Max Uno, la propiedad en venta es ideal para quienes buscan vivir rodeados de historia y diseño. “Es una joya arquitectónica que combina estilo clásico y confort moderno, sin dudas, ubicado en uno de los rincones más bonitos de la ciudad”, aseguró.
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La unidad tiene 3 ambientes, con una superficie total de 115.56 m2 (97.69 m2 cubiertos). Cuenta con dos dormitorios (uno de ellos en suite), un segundo baño completo y un toilette. Dispone de cocina y comedor independientes, un amplio living con luz natural y un balcón a la calle Juncal.

El departamento, de 91 años de antigüedad, se ofrece a un precio de US$335.000. Las expensas ascienden a 400.000 mensuales.
Norman concluyó: “Por su ubicación privilegiada y la personalidad del espacio, se trata de una de las ofertas más interesantes del mercado de Retiro”.



