Ignacio Rosner, la cara del Grupo Ceibo, que había manifestado la intención de comprar las empresas de Cristóbal López, se retiró del negocio. Así lo afirmó en una entrevista con el diario El Cronista. "No tiene sentido invertir en un país donde el Gobierno no te quiere", afirmó.
"Tras haber recibido oposición de la AFIP a todas nuestras propuestas tendientes a normalizar la situación operativa, económica y financiera de de Oil Combustibles S.A. (OCSA), y tras haber trabajado durante más de cuatro meses en desarrollar planes de negocios con diversos socios estratégicos, incluyendo el presentado el 15 de noviembre en la justicia nacional en lo comercial (Justicia Comercial), hemos decidido empezar a transitar nuestra salida", informó el grupo inversor el viernes a última hora en un comunicado.
Rosner había desembarcado a fines del año pasado con un grupo inversor para hacerse cargo de Oil Combustibles, la petrolera del Grupo Indalo. Y, de manera lateral, iba a hacerse con el resto de los negocios de Cristóbal y Fabián De Sousa. El Grupo Ceibo reemplazó a Indalo como marca. Los socios de Rosner nunca quedaron del todo claros, aunque el empresario manifestó que detrás suyo ingresaba la petrolera rusa Lukoil.
La operación, trabada en la Justicia, le valió prisión preventiva a López y De Sousa, por las sospechas sobre un pase de manos. La AFIP todavía reclama la deuda, que alcanza los $ 17.000 millones, a los empresarios kirchneristas.
"Es muy simple. Quisiera que a Oil le vaya bárbaro. Hay 4000 personas, existe valor. Es importante que haya una inversión. Pero yo no quiero pelear contra el Gobierno", dijo Rosner al matutino económico.
Según Rosner, intentó negociar la multimillonaria deuda con AFIP, pero se topó con la negativa del recaudador Alberto Abad. "Le ofrecimos pagar el 15% de los $ 8000 millones y el saldo en cuotas. Después, propusimos anticipar el 35%. Se negó a ambas. Exigió el pago cash de los $ 17.000 millones que reclama en sede penal", dijo.
