El Gobierno condicionó el bono de fin de año a la situación fiscal de la administración nacional y las provincias y advirtió que prosperaría sólo para los beneficiarios de planes sociales y jubilados con haberes mínimos. La iniciativa oficial choca con el reclamo de la Confederación General del Trabajo (CGT), que exige que el Ejecutivo y las empresas otorguen una compensación a todos los trabajadores que no paguen el impuesto a las Ganancias y que exima del pago de ese tributo al medio aguinaldo de diciembre.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, dio una nueva señal de que el pago de fin de año se restringiría a los sectores más vulnerables. "La realidad es muy compleja, con más de 32 por ciento de pobres que inquieta al Gobierno y a toda la sociedad, aún se está analizando con varios ministros, porque existe la convicción de asistir a quienes más lo necesitan, como los beneficiarios de planes sociales, jubilados y los que tienen ingresos mínimos, sin desfinanciar al Estado: Nación, provincias y municipios", declaró.
Ayer, su par de Interior, Rogelio Frigerio, había dicho que el Gobierno haría cuentas y avanzaría con una propuesta que no comprometa a las cuentas públicas, tanto de la Nación como de los estados subnacionales. Y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, consideró que "se generó una expectativa exagerada" sobre el bono navideño.
Estas declaraciones crisparon los ánimos de la CGT, a una semana de su reunión con los ministros del ala económica. El Gobierno se comprometió en dar una respuesta a sus reclamos en diez días y el plazo vence el próximo lunes. En ese encuentro, los funcionarios dieron por hecho la exención del impuesto a las Ganancias para el medio aguinaldo e indicaron que analizarán el reclamo del bono. Para el sindicalismo, la gratificación debe ser general y de 2000 pesos para compensar la inflación del año.
Juan Carlos Schmid, uno de los tres secretarios generales de la CGT alertó hoy: "Si van a ofrecer migajas, menor que ni hagan la reunión. Debe ser algo razonable y que la CGT lo pueda asumir", dijo a radio Continental. Y ejemplificó: "750 pesos (para jubilados de la mínima) sería una burla".
"El Gobierno tiene que hacer una oferta muy interesante, muy importante para que nosotros no pongamos en marcha la acción gremial para la que está facultado el Consejo Directivo" de la CGT, dijo el secretario general del sindicato de Canillitas y diputado peronista Omar Plaini. El Consejo Directivo de la CGT, el mayor órgano de conducción de la central obrera, se reunirá hoy y tiene en sus manos un paro general, sin fecha.
Las empresas y las provincias siguen estas discusiones con suma atención. Los empresarios ya pusieron reparos a otorgar el bono de fin de año, pero lo preferirían a la reapertura de paritarias.
Por el momento, sólo lo ofrecen sectores que desdoblaron su paritaria en dos y negocian en este momento el aumento para el último tramo del año, como el Comercio. Ayer, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ofreció a los empleados de comercio un aumento del 15% desde septiembre y un bono de fin de año de 2000 pesos, que llevaría a un aumento acumulado del 38% en todo el año. Pero el gremio lo rechaza porque el bono sería no remunerativo, y reclama que esa suma fija forme parte del incremento salarial y no sea una excepción.
Los empresarios de la Alimentación, que cerraron una paritaria anual, descartaron otorgar la gratificación navideña. En los bancos, donde este tipo de bonos es habitular, el gremio se plantó en un pago extra de 4000 pesos.
Las provincias ya hicieron saber al Gobierno que no están en condiciones de pagar una suma fija extra a la administración pública. "No estamos hablando ni analizando eso en la provincia", dijo un funcionario bonaerense a TN.com.ar. El pago extra significaría, para las provincias, un mayor déficit público, que deberán financiar con deuda.
