Pampa Energía, la empresa del argentino Marcelo Mindlin, concretó ayer la compra de la filial local de Petrobras a cambio de 892 millones de dólares.
La empresa de Mindlin adquirió el 67,19% de PESA (Petrobras Argentina Sociedad Anónima). Petrobras mantendrá el 33,6% de los activos.
Pampa Energía es la principal jugadora del sector eléctrico local, controla la distribuidora Edenor y tiene una importante red de generadoras de energía. A través de Petrolera Pampa, la firma tiene participación en el sector petrolero y cerró acuerdos de inversión con YPF.
Mindlin apostó a armar un imperio energético a comienzos del kirchnerismo al comprar un pequeño frigorífico que cotizaba en Bolsa (Pampa) y convertirlo en un jugador de peso, en el mundo financiero. Lo hizo mediante capitalización bursátil y férreas renegociaciones de deudas millonarias de empresas heridas por la salida de la convertibilidad. Pampa Holding, luego llamada Pampa Energía, pasó a controlar en pocos años empresas de generación elétrica y la distribuidora Edenor, una de las dos más grandes del país.
DE VUELTA AL RUEDO
El empresario volvió a escena con el cambio de Gobierno. A comienzos de año consiguió una reunión con el presidente Mauricio Macri durante la cumbre de Davos. Días atrás, el diario New York Times lo sindicó como una parte fundamental para promover el acercamiento entre el Gobierno y los fondos buitre que devino en el acuerdo. Mindlin lo desmintió tajantemente. Y su firma Edenor se benefició con el aumento de tarifas eléctricas, demorado durante más de una década.
Su socio "en las sombras" es el magnate británico Joe Lewis, dueño de Lago Escondido, en la Patagonia. El fondo de inversión Tavistock, propiedad de Lewis, posee un porcentaje de Pampa Energía, que a su vez controla Edenor. Lewis quedó en el centro de la polémica a fines de marzo, cuando el presidente Mauricio Macri usó un helicóptero del magnate para visitar su estancia.
Petrobras tiene el 2,45% de la producción de hidrocarburos del país. Produce 1978 metros cúbicos de crudo al día y 7355 millones de metros cúbicos de gas, según el Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG). Tiene, además, una red de estaciones de servicio (una parte se la vendió a Cristóbal López hace unos años) y una refinería en Bahía Blanca, que le permiten abastecer el 6% de los combustibles que se venden en Argentina.
Petrobras había desembarcado en el país durante la crisis de 2002, cuando compró Pecom Energía, la firma de la familia Perez Companc. Envuelta en los escándalos del Petrolao y el Lava Jato, en Brasil, la compañía comenzó hace unos años un proceso de desinversión en Argentina y otras partes de la región.
"El acuerdo definitivo sobre la transacción, que fue llevada a cabo a través de un proceso competitivo, está sujeto a la aprobación de los términos y condiciones finales por parte del directorio de la sociedad, el directorio ejecutivo y el consejo de administración de Petróleo Brasileiro", indicó anoche Pampa Energía en un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV).