El impacto de la pandemia en el mercado laboral elevó el desempleo a su nivel más alto en 15 años. Según el Indec, hacia junio la tasa de desocupación nacional llegó a 13,1%. De acuerdo a datos publicados por el Ministerio de Trabajo, desde que comenzó la crisis sanitaria por el coronavirus se perdieron 267.000 puestos de empleo registrados.
De acuerdo a la cartera laboral, las estadísticas registran una desaceleración en la destrucción de puestos de trabajo pero el comportamiento por sectores es diferenciado. “Se identifica un conjunto de actividades como la industria, los servicios empresariales y los de salud que muestran crecimiento del empleo por segundo mes consecutivo”, explicó Trabajo.
Por el contrario, “otros sectores gravemente afectados desde el comienzo de la pandemia como la construcción y los hoteles y restaurantes continúan mostrando tasas de variación negativas”, agregaron. Para este último rubro, el informe oficial advirtió que “se observa un proceso de destrucción de empleo que no aminora su ritmo”.
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En comparación con junio, el mercado laboral mostró una recuperación de la actividad de monotributistas y autónomos, asalariados privados y personal doméstico registrado. Esto permitió que el empleo formal aumente en 53.700 personas, mientras se redujo en 12.300 la cantidad de trabajadores del sector público. Con estas cifras, el empleo registrado mejoró en 41.400 personas con relación a junio por la flexibilización parcial de las medidas de cuarentena.
En julio los empleos con aportes al sistema de Seguridad Social sumaron 11.773.300, mientras en junio totalizaron 11.731.900. El crecimiento del empleo en julio fue liderado por la recuperación del monotributo, que aumentó 2,6% (39.500 personas) y el régimen de autónomos (+0,6%), mientras el monotributo social subió apenas 0,1%.
De acuerdo a la cartera laboral, la actividad de los monotributistas y autónomos “se incrementó a raíz de la implementación de una línea de crédito sin interés encuadrada en el programa ATP, con el objetivo de conformar el capital necesario para impulsarlas actividades productivas afectadas como consecuencia de la pandemia”.
Se registraron aumentos en el sector de la Pesca (+0,9%), actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (+0,5%), servicios sociales y de salud (+0,3%), enseñanza (+0,2%) e industrias manufactureras (+0,2%). En lo que respecta a actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, y de la industria manufacturera, se trata del segundo mes consecutivo en el que presentan una variación positiva tras la fuerte caída de abril. El empleo bajó en hoteles y restaurantes (-1,8%), construcción (-1,5%), explotación de minas y canteras (-1,3%), servicios comunitarios, sociales y personales (-0,7%) e intermediación financiera (-0,2%).
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A nivel provincial, hubo mejoras en Tierra del Fuego (+1,3%), San Luis (+0,7%), Jujuy (+0,6%), San Juan (+0,5%), Chaco (+0,3%), Corrientes (+0,2%), La Rioja (+0,2%) y Santa Fe (+0,2%), mientras Misiones se mantuvo sin variación. Las mayores caídas se registraron en Neuquén (-2,2%), Santiago del Estero (-1,1%), Salta (-0,9%), Mendoza (-0,7%), Tucumán (-0,5%), Formosa (-0,4%) y Rio Negro (-0,2%).
Por último, el Ministerio de Trabajo registró una caída en el nivel de suspensiones en el empleo privado. Tras el récord de 784.000 suspendidos en abril, esa cifra cayó 25% hasta 591.000. Tres ramas concentran el 50% de las suspensiones: Hoteles y restaurantes (18% del total), industria (17%) y comercio (14%).