Para el Banco Central, parte de la tensión cambiaria ya está terminada. Eso es lo que deja julio como balance, en principio porque la demanda de dólares mermó.
El billete físico, que movía en volumen en un día unos 700 millones de dólares, está operando US$ 400 millones, con el mes prácticamente terminado.
Así, los precios se mantienen en calma, en torno a los 28 pesos en el minorista y cerca de los valores que pretendía el Gobierno. Esa estabilidad va a propulsar que la inflación de agosto esté más cerca de ese 2,5 % que tanto se espera desde la Casa Rosada.
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También hay que decir que para el Banco Central hay una mirada clave sobre lo que pasa con las subastas de dólares, que se llevan adelante con el dinero del primer financiamiento del Fondo Monetario Internacional. Esas subastas, de 100 millones de dólares por día, tenían una demanda de casi el doble de la que se registra ahora.
El promedio de demanda de dólares por subasta en julio fue de 300 millones y este lunes estuvo en 150 millones. Es decir que también por esa vía la cantidad de dólares demandados se achicó.
Por eso el BCRA espera que esta quietud dé paso a lo que sigue, que es la rebaja en las tasas, esa rebaja que llegaría de cara a septiembre y que se va a profundizar en octubre si es que la inflación sigue contenida.