La misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezada por el economista Bikas Joshi, finalizó su visita a la Argentina, en el contexto de la primera revisión del acuerdo firmado en abril. No obstante el organismo todavía no informó el resultado de la auditoría. Si el Gobierno aprueba el examen, llegará un desembolso de US$2000 millones.
“Las conversaciones con las autoridades argentinas han sido constructivas”, dijeron voceros del FMI al terminar la visita. Y agregaron: “Seguiremos trabajando en esta revisión en los próximos días”.
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La comitiva estuvo en Buenos Aires desde el martes y fue encabezada por Bikas Joshi, uno de los tres funcionarios que integran la mesa chica técnica del organismo que evalúa los números de la Argentina.

A mediados de abril, el FMI envió el primer desembolso del acuerdo por US$20.000 millones. El giro, equivalente al 60% del total del programa, fue de US$12.000 millones, como inyección adicional para las reservas.
“Continuaremos trabajando en los próximos días y brindaremos más información sobre los próximos pasos a su debido tiempo”, indicaron fuentes oficiales del FMI.
Caputo justificó el déficit externo y defendió la apreciación del peso
Durante su exposición en el Congreso Somos Pymes, realizado este viernes en La Rural, el ministro de Economía, Luis Caputo, se refirió al déficit de cuenta corriente por US$5200 millones que esta semana dio a conocer el INDEC. Lejos de mostrarse preocupado, el funcionario consideró que “es algo absolutamente razonable y hasta sano para una economía que está creciendo al 6%”.
En su discurso, Caputo defendió el proceso de apreciación del peso y aseguró que el tipo de cambio se mantiene libre, sin intervención por parte del Gobierno. “Flota”, sentenció, en línea con el esquema cambiario acordado con el FMI.
El ministro explicó que el desequilibrio externo responde, en parte, al repunte de la inversión y al proceso de recomposición del capital en un país que, según describió, se encontraba “totalmente descapitalizado”. En ese sentido, detalló que la formación bruta de capital experimentó un aumento del 31,8% en el período.
Además, atribuyó el déficit comercial del primer trimestre a un adelantamiento de importaciones por parte de las empresas, motivadas por el temor a una posible devaluación al momento de levantarse las restricciones cambiarias.
“Dijimos que íbamos a salir del cepo cuando no representara una situación de estrés para la gente. Y salimos. No hubo ningún estrés. El dólar bajó y tendió a alinearse con el valor del dólar oficial”, afirmó Caputo ante los empresarios y referentes del sector pyme.