Los analistas privados ya estiman que el déficit de cuenta corriente será al menos cinco veces mayor al que el Gobierno había acordado con el FMI, que era de 0,4% del PBI. Esto significa que, además del incumplimiento de la meta de reservas, el equipo económico también tendrá que explicarle al organismo por qué la cantidad de dólares que salen del país es mucho mayor a la que entra.
La novedad llegó, precisamente, cuando una misión técnica del organismo que conduce Kristalina Georgieva está en Buenos Aires para hacer la primera evaluación de las cuentas públicas, en el marco del acuerdo firmado en abril. Si los funcionarios del FMI dan su aprobación, la entidad girará US$2000 millones al país.
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Si bien los datos del balance cambiario del Banco Central ya venían mostrando el déficit de cuenta corriente, este miércoles el INDEC publicó el dato del primer trimestre, que superó los US$5000 millones y ya representó 0,7% del PBI de ese mismo período.
“Una cuestión a considerar es que el dato del PIB trimestral está anualizado, el PBI siempre es un dato anual. Con lo cual, una comparación consistente nos habla de un déficit de cuenta corriente de casi 3% del PBI durante el primer trimestre de 2025 que es muy superior al 0,4% explicitado por el FMI en el último acuerdo e, incluso, a nuestro 1,5/2%“, puntualizó la consultora Outlier.

El viceministro de Economía, José Luis Daza, reconoció que el déficit será mayo a lo previsto, pero dijo que el Gobierno se siente cómodo en esos niveles. “Un déficit del 2% en un país que crece al 6% (por Argentina) es algo absolutamente esperable”, sintetizó.
Por su parte, un reporte de BBVA Research también prevé un saldo negativo de la cuenta corriente equivalente a 1,8% del PBI en 2025 y estima que llegará a 2,5% el año que viene.
“Esta situación de las cuentas externas se explica por el aumento de las importaciones de bienes y servicios, de la mano de la recuperación económica y el proceso de reducción de restricciones, acompañadas de un tipo de cambio fortalecido“, sostuvo.
Los analistas de Max Capital coincidieron en que los próximos seis meses serán desafiantes en el frente externo. “En el segundo semestre, cuando ya no estén los ingresos vinculados a la cosecha y mientras se mantenga el actual nivel del tipo de cambio real, la dinámica de las importaciones y del turismo continuará presionando el saldo de la cuenta corriente", indicaron.
Pese a la dinámica actual, el trabajo de BBVA Research consideró que el deterioro de la cuenta corriente aún es acotado y está compensado por el aumento del ingreso de capitales provenientes fundamentalmente de organismos multilaterales, a los que ahora se le sumarán otros inversores financieros no residentes. “La flexibilización para dividendos podría impulsar la Inversión Extranjera Directa, que se sumaría a los proyectos enmarcados en el RIGI”, cerró el banco.