En un mundo donde la rapidez, la practicidad y la seguridad son esenciales, pagar con el celular dejó de ser una rareza para convertirse en parte del día a día de millones de personas. La clave detrás de esta transformación es la tecnología NFC (Near Field Communication), que permite realizar pagos sin contacto físico, de forma simple y segura.
Hoy, con solo acercar el teléfono o incluso un smartwatch a una terminal compatible, se puede pagar una compra sin sacar la billetera, sin necesidad de conexión a Wi-Fi y sin compartir datos sensibles. Todo ocurre en segundos, y con un nivel de seguridad muy alto.
Cómo funciona la tecnología NFC
El sistema se basa en un chip NFC incorporado en muchos dispositivos móviles. Para usarlo, solo hay que cargar previamente una tarjeta de crédito o débito en la billetera virtual del celular (como Google Pay, Apple Pay o Modo). Este paso se hace una sola vez, y a partir de ahí, el teléfono queda listo para operar como medio de pago en miles de comercios, estaciones de transporte público y servicios de todo tipo.
Comodidad con respaldo
Más allá de la rapidez y la comodidad, las transacciones son más seguras porque están respaldadas por autenticación biométrica o PIN, protegiendo tus datos al momento de la operación.
Empresas como Visa han impulsado activamente la adopción de esta tecnología, permitiendo a negocios y consumidores acceder a una experiencia de pago más ágil y moderna. Desde comprar un café hasta hacer las compras del supermercado, los pagos sin contacto ya se integraron al ritmo urbano.