El 11 de abril se dio un paso largamente esperado por los argentinos: el levantamiento del cepo al dólar. Aunque algunas restricciones siguen vigentes, la eliminación de las trabas para comprar billetes estadounidenses en los bancos y la normalización de buena parte de los plazos de importación fueron un hito de la gestión libertaria.
La novedad llegó junto con el acuerdo con el FMI -que giró US$12.000 millones inmediatamente- y con la puesta en marcha de un régimen de flotación cambiaria entre bandas, que arrancaron con un piso de $1000 y un techo de $1200, pero que se amplían diariamente hacia abajo y también hacia arriba, a un ritmo de 1% mensual.
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Aunque muchos analistas temían por una suba abrupta del tipo de cambio oficial tras las flexibilizaciones, ese no fue el caso. La cotización mayorista se instaló en torno a $1200 durante los primeros días, en el centro de la banda. Luego bajó hasta perforar los $1100 y retomó el impulso hasta cerrar en $1170 este miércoles 30 de abril. Así, de punta a punta del mes, el dólar mayorista subió $96, o 8,9%.

En el segmento minorista, la cotización del Banco Nación avanzó $96,50 en el mes y finalizó en $1190. El dólar blue, por su parte, terminó en $1185, luego de retroceder $140 en el mes. Como resultado, la brecha cambiaria se invirtió: el valor oficial quedó 0,4% por encima del paralelo. En el caso del dólar tarjeta, que todavía tiene el recargo de 30%, el precio finalizó abril en $1547.
La flexibilización del marco cambiario también hizo bajar al tipo de cambio que surge de comprar bonos en pesos y venderlos en dólares en la Bolsa. Tras caer $130,60, el dólar MEP finalizó abril en $1183,37, por debajo del oficial en el Banco Nación. El contado con liquidación, en tanto, perdió $123,70 y cotizó a $1195,73 sobre el final del mes.
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Desde el cambio de régimen para el dólar, el Banco Central se mantuvo al margen del mercado. Es decir, no compró ni vendió divisas. Gracias al ingreso del préstamo del FMI y de otros organismos internacionales, las reservas de la entidad crecieron US$13.974 millones en abril y terminaron en US$38.960 millones.
Los bonos festejaron la salida del cepo, pero a las acciones no les alcanzó
En el mercado de acciones y bonos, la buena noticia del levantamiento del cepo y otras restricciones al movimiento de capitales se diluyó entre el pesimismo que derramó la guerra comercial iniciada por Donald Trump contra China, que tuvo un impacto muy grande en los mercados financieros globales.
Así, los activos de origen local se mantuvieron volátiles en abril. Al cierre, las acciones argentinas que cotizan en Estados Unidos acumularon variaciones mixtas. Se vieron subas de hasta 19,5% (Mercado Libre) y caídas que llegaron al 14,9% (para YPF y Tenaris). En el año, solamente los papeles de Mercado Libre, Corporación América y BBVA mantiene resultados positivos.

A nivel local, el índice accionario de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) tampoco hizo pie en abril: perdió 9,6% en pesos y, por la apreciación del tipo de cambio financiero, retrocedió 0,9% en dólares, según los cálculos de Rava Bursátil.
Maximiliano Donzelli, head of Strategy & Trading en IOL, analizó: “Por ahora, esta inestabilidad y corrección del mercado argentino se atribuye más a una toma de ganancias lógica luego de lo que fue un excelente 2024 para los activos locales, año que el Merval registró una histórica suba del 122% en dólares”.
Finalmente, los bonos mostraron una mejora después de la salida del cepo y el fortalecimiento de las reservas. Así acumularon alzas de entre 4% y 8,6% en el mes. En sintonía con esa performance, el riesgo país recortó 90 unidades y terminó abril en 726 puntos.
“Desde el 11 de abril, los bonos más largos han tenido rendimientos superiores al 10% directo, mientras que los que vencen en 2029 y 2030 se ubican un 5% por encima del nivel pre salida del cepo. Todo esto dentro de un entorno global donde las tensiones se mantienen, aunque parecen haber aflojado, y el riesgo de elecciones locales se puede divisar al horizonte”, sintetizó Donzelli.