A pesar del inicio oficial de la temporada de pesca de langostino en aguas nacionales, las empresas que se dedican a la captura y congelado aseguran que los barcos permanecen amarrados en los puertos. La actividad, clave para la economía de las provincias costeras y una importante fuente de divisas, atraviesa una fuerte crisis.
“Se generó una tormenta perfecta sobre el sector”, advierten desde la industria. “Nos enfrentamos a una combinación de factores críticos: precios internacionales a la baja, costos internos en alza, impuestos elevados y un convenio colectivo que no se ajusta a las condiciones actuales del mercado”.
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Ante este panorama, las empresas decidieron no iniciar la temporada para evitar operar a pérdida. Esta decisión afecta no solo a los tripulantes, sino también a trabajadores de plantas de procesamiento, logística y toda la cadena de valor pesquera.
La pesca constituye históricamente un pilar de la economía argentina, con más de 46.000 empleos directos y exportaciones que, en 2024, superaron los US$1981 millones.
En particular, la flota tangonera congeladora, responsable de la captura de langostino, representa una de las principales fuentes de ingresos del sector, generando alrededor de US$600 millones en exportaciones anuales.
Sin embargo, los altos costos operativos, agravados por un esquema tributario creciente y un convenio laboral que no refleja la realidad actual, llevaron a un punto de quiebre.

Según la industria, el costo de la tripulación en la Argentina representa actualmente el 60% de la producción de un barco por marea, mientras que a nivel internacional esa cifra ronda el 33%. Además, el aumento de los Derechos Únicos de Extracción (DUE) el mes pasado y las retenciones elevadas deterioraron la competitividad de las empresas pesqueras en los mercados internacionales.
La industria solicita una respuesta urgente por parte del Gobierno. “Es fundamental actualizar el marco laboral y reducir la carga impositiva para garantizar la continuidad de la actividad”, señalaron. Además, hicieron un llamado al diálogo entre funcionarios, sindicatos y empresas para encontrar una solución que destrabe la crisis y evite un impacto económico y social aún mayor.
“El trato que tenemos es directo con el subsecretario de pesca. Él traslada los pedidos. Con el tema retenciones nos hicieron saber que a medida que haya superávit fiscal van a ir atendiendo a los reclamos”, explicó a TN Eduardo Boiero, presidente de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores (Capeca).
Sobre el futuro del sector aseguró: “Mientras que no haya una mejora de los mercados, que suba el precio muchísimo, que cambie la situación, o podamos llegar a algún acuerdo con los gremios pinta que va a estar parada la temporada y se puede perder la mitad o más de la campaña que termina a fin de septiembre”.
Desembarcó más, pero exportó menos: cifras dispares en la pesca argentina
El sector pesquero argentino inició 2025 con resultados mixtos, según el Informe de Coyuntura de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Si bien los desembarques crecieron un 0,8% interanual, las exportaciones de productos pesqueros cayeron un 15,8% en términos de divisas.
Durante enero, se descargaron 63.566 toneladas de pescado, con un desempeño dispar entre especies. La centolla y la merluza negra registraron aumentos, mientras que el langostino y la merluza cayeron. Por tipo de flota, los fresqueros costeros fueron los más afectados (-9,5 %), mientras que los poteros congeladores lograron un repunte del 12%.