En solo tres días hábiles, los bonos argentinos tendrán que digerir dos noticias importantes: el anuncio de Javier Milei sobre un inminente acuerdo con el FMI y el guiño de Donald Trump con respecto a un posible acuerdo de libre comercio entre ambos países, en medio de la imposición de tarifas. Analistas consultados por TN esperan una suba en los precios de la deuda, que se traduzca en una reducción del riesgo país.
El indicador que elabora JP Morgan en función del rendimiento de los bonos soberanos había cerrado la semana pasada en 780 puntos, valores que no se veían desde noviembre de 2024, pero bajó a 717 unidades en la apertura de este miércoles. En enero, el riesgo país había llegado a cotizar por debajo de las 600 unidades y ese sería el primer objetivo tras el cierre de la negociación con el organismo que conduce Kristalina Georgieva.
“La contracara (del alza del riesgo país) es una mayor dependencia al acuerdo con el FMI”, analizaban en la consultora LCG sobre fines de la semana pasada. A juzgar por el mensaje de Milei en la apertura de sesiones ordinarias, el Gobierno comparte el diagnóstico. Por eso, se apurará a buscar el apoyo del Congreso para la negociación con el FMI. El mandatario afirmó que el proyecto será girado en los próximos días y dijo que el visto bueno del Directorio de la entidad será posterior al acompañamiento de los diputados y senadores.

Tras la novedad, los bonos argentinos subieron 2% en el exterior el lunes, pero corrigieron 0,4% promedio el martes. Este miércoles, con mayor volumen, ratificaron las mejoras y el riesgo país cayó. El paso inicial sería que el indicador vuelva a los niveles de comienzos de 2025.
“Cuanto más cerca estemos de un acuerdo con el FMI es positivo para los bonos locales porque es un catalizador que está esperando el mercado para que las reservas del BCRA estén menos presionadas. Creo que el primer escalón será que el riesgo país baje todo lo que subió en los últimos dos meses: es decir, que vaya a un rango de entre 600 y 550 puntos básicos. Menos de eso es difícil, dada la coyuntura local y también global”, afirmó Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen.
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“La posibilidad de que tengamos un acuerdo pronto puede ayudar a bajar el riesgo país debajo de la zona de 700 puntos, pero para que eso se transforme en una tendencia bajista sostenida y no temporaria, el acuerdo debería mostrar fehacientemente que va a permitir acumular reservas”, puntualizó Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum.
Y advirtió: “Si solo es un acuerdo para estirar el esquema hasta las elecciones, sin abordar los problemas que tiene el modelo cambiario y monetario, la baja del riesgo país será modesta y sujeta a deteriorarse en caso de un shock externo negativo, algo que hoy tiene alta probabilidad de ocurrir”.

En ese sentido, Repetto consideró que la letra chica del acuerdo será fundamental, ya que el mercado podría decepcionarse si percibe que el programa no ataca los problemas de fondo y, por el contrario, solamente aporta desembolsos para llegar a las elecciones sin sobresaltos.
Por su parte, Polo opinó que difícilmente el Gobierno ceda a modificar en el esquema cambiario antes de las legislativas. “La Argentina necesita volver a los mercados y para ello necesita el riesgo país en 400 puntos. Sin el FMI, no se puede. De todas maneras, lo que nosotros esperamos es un acuerdo light que al menos le refinancie los vencimientos, lo que le abre la puerta para que los demás organismos internacionales hagan lo mismo”, sostuvo.
El acuerdo con EE.UU., un proyecto a largo plazo
En su mensaje al Congreso, el Presidente también destacó sus intenciones de hacer un acuerdo comercial con Estados Unidos y añadió que está dispuesto a salir del Mercosur para lograrlo. El lunes, Trump dijo que consideraría firmar un tratado con la Argentina.
La noticia, sin embargo, no entusiasma tanto a los analistas. En primer lugar, porque las negociaciones de ese tipo de entendimientos pueden llevar años. En segundo término, por el trato que el presidente republicano le está dando a los países con los que tiene acuerdos de este tipo.

“Es extremadamente lejano. Tampoco me parece que las actitudes de Trump con los países con los que ya tiene tratados de libre comercio sean muy constructivas”, analizó Repetto. No obstante, resaltó que Argentina puede encontrar alguna oportunidad de exportación a partir de la imposición de tarifas por parte de Estados Unidos, para reemplazar al país norteamericano como proveedor de algunos productos en naciones con las que tiene conflictos arancelarios.
En la misma sintonía, Polo resaltó que el mayor acelerador de las cotizaciones argentinas será el acuerdo con el FMI y apuntó que el guiño comercial de Trump parece más una señal política que económica. “Creo que es muy lejano. Incluso, Trump está poniendo aranceles a países con los que ya tiene acuerdo de libre comercio”, recordó.