El Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh) acordó con los referentes empresarios del sector un nuevo acuerdo paritario bimestral del 3,3%. Se dividió en dos cuotas: 1,8% en enero y otro 1,5% en febrero sobre la base de los salarios pagados en diciembre y el primer mes del año, respectivamente. Así, el alza se trasladará a las expensas que se pagan en los edificios.
El aumento salarial de los bancarios va en línea con la pauta del Gobierno, es decir, que las paritarias no sean superiores a las previsiones inflacionarias de diciembre que según las consultoras privadas cerró en torno al 2,5%.
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En un comunicado, el gremio liderado por Víctor Santa María sostuvo: “Con este nuevo incremento, la FATERyH procura recuperar el salario de los trabajadores y trabajadoras de edificio en un complejo momento del país, mientras se acompaña la baja de la inflación y la estabilidad de los ingresos”.
De esta forma, los encargados de edificio recibirán un alza del 3,3% bimestral. El sueldo básico de un encargado permanente con vivienda alcanzaría los $769.299,54 y sin vivienda, $928.165,57.
Cuál es el impacto en las expensas, tras el acuerdo paritario
El sueldo de los encargados tiene una incidencia del 23,88% de las expensas, según reportó un trabajo de Octupus PropTech. En tanto, el rubro que incluye gastos referidos a tarifas de luz, gas y agua del consorcio, pesa 15,98% en el valor de los recibos del consorcio.
En la Ciudad de Buenos Aires, las expensas promedio en edificios alcanzaron los $177.682 en diciembre de 2024.
El año pasado, las expensas treparon 166,69%, por encima de la inflación acumulada en la Ciudad de Buenos Aires que estiman los analistas privados para el cierre del año (130%).
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De qué se trata el nuevo modelo de paritarias que busca implementar el Gobierno para contener la inflación
Tal como informó TN, el Ejecutivo apunta a que las paritarias fijen un piso mínimo de los salarios básicos y que las empresas o sectores acuerden “mejoras” de acuerdo con su poder económico. “Que no se sobregiren”, sostuvieron desde las oficinas de la Secretaría de Trabajo.
En el Palacio de Hacienda saben que, si el objetivo es una inflación del 1% mensual, no se pueden homologar aumentos del 2% o 3% porque esos ajustes se trasladan al consumo y terminan en precios. Si los sindicatos acuerdan subas mayores al 1%, las empresas terminan trasladando esos costos laborales a los precios de los bienes y servicios.
En definitiva, la estrategia del Gobierno pasa por apostar a un cambio cultural: primero llevar a las empresas a cerrar con los gremios paritarias por actividad en un rango porcentual mínimo para luego permitir que los sindicatos, detectando cuáles son las empresas que pueden pagar aumentos mayores, cierren acuerdos particulares por compañía.