Tras el dato de inflación de noviembre, que fue de 2,4% y anotó el valor más bajo desde julio de 2020, el Gobierno se acerca un paso más a sus idea de bajar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. A lo largo de 2024, el precio del dólar que regula el Banco Central (BCRA) subió 2% mensual, pero la expectativa del equipo económico es poder bajar esa pauta al 1%.
El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el dato y ratificó la intención de avanzar con una desaceleración en el ajuste del dólar oficial. En un posteo de su cuenta de X, el funcionario resaltó: “2,4% inflación minorista noviembre. La más baja desde julio 2020. Alimentos 0,9% Bienes 1,6% Canasta básica alimentaria 1,1% Canasta básica total 1,5% El proceso de desinflación continúa. Cada vez más cerca de bajar el crawling peg al 1%”.
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En octubre, cuando la inflación marcó 2,7%, Javier Milei ya lo había anticipado: “Si le restamos la inflación inducida (devaluación prefijada + la inflación internacional), la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual, esto es, 2,4% anual. De confirmarse dos meses más esta inflación se bajará la devaluación mensual al 1%”.
Teniendo en cuenta los dichos presidenciales, noviembre sería el segundo de los tres meses del plazo autoimpuesto. Por lo tanto, si el dato de diciembre -que se conocerá en enero- continúa en la misma línea, la devaluación del peso podría desacelerarse durante los primeros meses de 2025. De esa manera, aun en un contexto de devaluación de las monedas de países emergentes, el Gobierno recurrirá a pisar todavía más el tipo de cambio para priorizar la desinflación.
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Para Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, el escollo que se podría presentar en ese sendero es el aumento de los precios de la carne, que podrían llevar el dato de inflación de diciembre a subir un escalón con respecto a noviembre. “Habrá que ver cómo interpreta el Gobierno eso: si considera que es algo puntual y no estructural, hay mucha chances de que ya a principio del año, en enero o febrero, veamos un ritmo más bajo de devaluación para que la inflación continúe cayendo”, indicó.
La decisión de profundizar el atraso cambiario puede tener varios efectos no deseados. “Esperamos que se implemente a partir de principio de año. Los efectos potenciales son varios: una desaceleración de la inflación algo mas rápida, una mayor apreciación del peso que puede presionar sobre el balance cambiario y un aumento de la tasa en pesos, entre otros”, enumeró Rocío Bisang, de Eco Go.
De todos modos, la economista sostuvo que el objetivo de bajar el ritmo de los precios no deja de lado otras metas, como la acumulación de reservas. “El esquema del carry trade, junto los dólares que ingresaron por el blanqueo y la consolidación de expectativas de que no habrá una devaluación, por ahora siendo suficientes para permitirle al BCRA fortalecer las reservas, más allá de la desaceleración de la inflación”, sostuvo.
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Por su parte, Sigaut Gravina sostuvo que la última baja de tasas del BCRA muestra la intención oficial de reducir el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial para mantener retornos en pesos que generen ganancias en dólares. “La tasa de interés también está bajando, pero si sigue el crawling en 2%, entonces las apuestas por el carry trade serían menores porque no hay tanta brecha entre la tasa en pesos y la tasa que se mueve tipo cambio oficial. Por eso creo que la devaluación pasará a 1% mensual en los primeros días de 2025″, cerró.