Con el dólar en los niveles más bajos desde mayo y el real de Brasil cada vez más devaluado, los empresarios le reclaman al Gobierno la falta de competitividad. Saben que mencionar “atraso cambiario” está prohibido, por lo que el pedido urgente irá por la baja de las retenciones. Hay expectativa en la industria por la letra chica del “mini” RIGI que el ministro de Economía, Luis Caputo, enviará al Congreso.
El dólar blue cierra noviembre en $1.120, un 6% menos que a principios de mes. Situación similar para el MEP, que cerró el viernes en $1.075. Así, el MEP subió en todo el 2024 un 8%, contra una inflación acumulada del 107%.
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El tipo de cambio se volvió un tema de conversación habitual. “Estabilidad macro mata caída de consumo”, graficó un importante empresario pyme durante el encuentro de la Unión Industrial Argentina. Celebra el empresariado que la estabilidad cambiaria se tradujo en un desplome de la inflación y la posibilidad de tener certidumbre.
Sin embargo, más allá del aumento en dólares de los costos en la Argentina, los problemas comienzan a llegar desde afuera. El real, la moneda de Brasil, principal socio comercial, llegó a 6 reales por dólar, lo que implica una devaluación del 20% en lo que va del año. En la industria ven con preocupación el impacto en las exportaciones argentinas, así como la posible recesión en el país vecino.
En este contexto, la principal queja hoy en el empresariado es la “falta de competitividad”. Para lograrla, saben que está prohibido llevarle al Gobierno las palabras “atraso cambiario”. De hecho, el martes pasado en la UIA, ante la consulta de TN, los hombres de negocios aseguraban que “el peso se apreció mucho”.
De todos modos, también es cierto que nadie se quiere posicionar en el “club de los devaluadores”, como aseguró esta semana el economista Carlos Melconian en TN Central. De hecho, desde una de las principales industrias exportadoras lo graficaron así: “Ya probamos con devaluación y no correlacionó con exportaciones, que fueron cayendo de forma sistémica. Los problemas son otros, como los impuestos o la logística, así que es ahora o nunca el momento de arreglarlos”.
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Para mejorar la competitividad, desde la industria reclamarán la quita de retenciones a los productos manufacturados. Agradecen que hay casos, como en el sector automotriz, donde se quitó si las ventas al exterior aumentan de forma “incremental”. Sin embargo, también aseguran que son muy pocos los países del mundo que tienen impuestos a las exportaciones de valor agregado.
Lo mismo ocurre en el sector agropecuario. Fue público el cruce de un productor agropecuario que en las redes sociales le reclamó a Caputo la urgente baja en las retenciones, en un contexto de commodities a la baja. Fuentes del sector agroindustrial afirmaron que intentarán torcer la decisión de que las retenciones se mantengan todo el 2025. El principal pedido es hoy por la soja, que tiene 33% de derechos de exportación, contra el resto de los granos que tienen 12%.
La respuesta del Gobierno: bajar impuestos, pero sin que se comprometa el superávit fiscal
En el caso de la industria, están un poco más expectantes que el campo. En el punteo que difundió Economía sobre el “mini” RIGI dice que habrá un apartado de “desgravación de derechos de exportación”.
Será para las pymes de bienes industriales, y siempre sobre exportaciones incrementales, sobre algunas posiciones arancelarias a determinar. De todos modos, debía llegar al Congreso esta semana, según anunció el Gobierno, pero nunca se conoció ni siquiera el borrador.
Más allá de la cuestión impositiva, en la Cámara de Exportadores de Argentina (CERA) realizaron un documento que le presentaron a distintas áreas del Gobierno, con más de 140 iniciativas para mejorar la competitividad y aumentar las exportaciones.
Están las cuestiones impositivas, pero también institucionales, de promoción comercial, de financiamiento y con un fuerte énfasis en los problemas logísticos, el pago de fletes y la gestión de vías navegables y puertos. Los exportadores siguen muy de cerca el devenir de la licitación de la hidrovía.
Caída de exportaciones argentinas de valor agregado
Según un trabajo de CERA, hubo una caída de la participación de Argentina en el comercio internacional, llegando a solo el 0.34% del comercio mundial. “Esto equivale a una pérdida anual para 2022 de 32.000 millones de dólares respecto de solo haber mantenido su participación”, graficaron.
Lo que se desploma también es la caída de empresas exportadoras de manufacturas. En el año 2023, la Argentina perdió un 7% de sus exportadores totales y un 13% de sus exportadores manufactureros. Entre 2014 y 2023, medido punta contra punta, el país perdió el 15% de sus exportadores totales y el 22% de sus exportadores manufactureros.
Así, la cantidad de empresas exportadoras de manufacturas pasó de 9.176 en 2014 a 8.213 en 2022 y 7.172 en 2023, el valor más bajo desde al menos 1994, y lejos del máximo de 2006. De las 7.172 empresas manufactureras registradas en 2023, 654 fueron Grandes, 3.707 PyMEx y 2.811 Micro.