La discusión por el Presupuesto 2025 está trabada en el Congreso. Esta semana, el oficialismo suspendió la sesión en la que se iba a tratar el proyecto de Javier Milei presentó el 15 de septiembre. Con el período de sesiones ordinarias del Congreso a poco de finalizar, el próximo 30 de noviembre, el Gobierno todavía no definió si convocará a extraordinarias para terminar de tratar el Presupuesto.
En cualquier caso, si no hay acuerdo en el poder legislativo, se prorrogará automáticamente el Presupuesto de este año para el próximo. Sería el segundo año consecutivo en la misma situación, algo que no sucede desde que se aprobó la actual Ley de Administración Financiera, en 1992.
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Así lo señaló Güido Rangugni, vicepresidente de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). “Cuando hay un cambio de Gobierno, y sobre todo de signo político tan fuerte como el que tuvimos, es entendible que no se logre aprobar un Presupuesto porque la administración entrante no quiere atarse a la propuesta de la saliente. No es lo ideal, pero se entiende en esas circunstancias”, sostuvo.
Y agregó: “Ahora bien, es una mala señal que el Gobierno en pleno ejercicio no pueda conseguir los consensos legislativos necesarios para aprobar su proyecto de Presupuesto este año. Es preocupante que no logre los acuerdos para definir en el Congreso cómo se va a gastar y cuál va a ser el nivel de las prestaciones públicas”.
Qué pasa si se prorroga el Presupuesto 2024
En caso de una prórroga, Rangugni explicó que se extenderán los créditos presupuestarios vigentes al 31 de diciembre de 2024. Esto incluye todas las ampliaciones y redireccionamientos de partidas que el Gobierno fue haciendo a lo largo de este año.
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“Los créditos vigentes son las autorizaciones máximas para gastar, que nunca se usan al 100%. Cuando arrancó el año 2024, el monto total era lo de 2023. Como está establecido que esa cifra no se puede tocar sino por ley, en los casos de prórroga del Presupuesto, los DNU operan como una ley y el Gobierno fue aumentando las partidas que le pareció y otras no tanto”, indicó el ejecutivo de la ASAP.
A la vez Rangugni señaló que los créditos vigentes entre enero y octubre de este año en comparación con el mismo período de 2023 se incrementaron 138% en 2024, lo que significó una caída de casi 30% ajustada por la inflación de esos lapsos.
Gobernar sin Presupuesto le da mayor flexibilidad a Milei para asignar partidas y recortar gastos. “En ese caso, el Poder Ejecutivo va a disponer de los recursos excedentes, que se generan por el crecimiento nominal de los ingresos, de manera discrecional”, apuntó Rangugni.
Un límite que podría surgir a esa flexibilidad es el proyecto de la oposición para limitar los DNU, que por ahora no logró acuerdo en el Congreso.
“El margen de maniobra que gana el Ejecutivo tiene como correlato decisiones de gobierno que no son consensuadas y que, por ello, son menos previsibles. Eso tiene una repercusión, que a veces es difícil de medir, pero existe, en términos de confianza para los mercados y también de señales que el Gobierno le da al sector privado mediante los lineamientos que incluye en el Presupuesto”, cerró Rangugni.