Tras despedir a Eduardo Rodríguez Chirillo, quien se desempeñaba como secretario de Energía, el Ministerio de Economía analiza realizar cambios en los subsidios a las tarifas de luz y gas que perciben las familias.
Actualmente, los usuarios categorizados en la segmentación como nivel 2 y nivel 3 tienen gran parte de la tarifa subsidiada. En el caso de la luz, son 11,2 millones de hogares, casi el 70% de los 16 millones totales. En el esquema del gas, son 5,8 millones, que corresponden al 61% de los 9,5 millones de usuarios totales.
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Ni la sintonía fina de la que hablaba la expresidenta Cristina Kirchner, ni la segmentación por niveles que implementó el exministro Sergio Massa o la canasta básica energética que había anunciado la gestión del actual gobierno: la flamante secretaria de Energía, María Tettamanti, buscará retomar el esquema de tarifa social que se había implementado durante la presidencia de Mauricio Macri.
Los cambios buscarán tener dos objetivos: bajar el gasto público, a través de reducir los subsidios energéticos al menor valor de la última década; y, al mismo tiempo, mantener los subsidios en las familias más vulnerables.
En adelante, el ritmo de la política tarifaria lo marcará el ministro de Economía, Luis Caputo, dado que la prioridad será la desaceleración de la inflación.
Qué es la tarifa social y cómo será el esquema de subsidios que aplicará el Gobierno
Tettamanti tendrá como uno de sus objetivos el cambio en los subsidios a las tarifas de luz y gas. El plan es que vuelva la tarifa social, esquema que había implementado el gobierno de Cambiemos en 2016, tras el ajuste tarifario. La nueva secretaria de Energía trabajaba junto al equipo de la Fundación Pensar del PRO y el año pasado había estado en la campaña presidencial de Patricia Bullrich para Juntos por el Cambio.
Lo que se estudia por estos días es de qué forma hacerlo y a partir de cuándo.
La tarifa social consistía en fijar un bloque de consumo de electricidad y de gas para el cual las familias recibían un subsidio. Estaban incluidos jubilados o beneficiarios de planes sociales, por ejemplo.
En 2019, el gobierno de Macri le trasladó el esquema de tarifa social nacional a cada una de las jurisdicciones y fueron las provincias las que decidieron darle continuidad al sistema.
A partir de 2022, luego de innumerables internas por temas energéticos, el gobierno de Alberto Fernández modificó la implementación de los subsidios. Se implementó la segmentación, en la que las familias quedaron divididas en tres niveles: N1 (nivel 1), de mayores ingresos; N3 (nivel 3), de ingresos medios; y N2 (nivel 2), de menores ingresos. Aunque para quedar en un nivel había que anotarse en un registro y cumplir diversas condiciones, los usuarios con tarifa social quedaron automáticamente dentro de la categoría N2.
Ahora, el gobierno de Milei buscará modificar ese esquema para pasar a subsidiar la demanda. Esto significa que todos los hogares pagarían la misma tarifa, pero los beneficiarios del subsidio, lo recibirían de manera directa, por ejemplo, por transferencia bancaria.
La complejidad de analizar cómo se harían los cambios radica en que, en el caso de la luz, el 52% de los hogares son N2, esto es, 8,4 millones de familias. En el caso del gas, es un tercio del total de usuarios, es decir, 3,5 millones de hogares. No solo se trata de un universo inmenso de personas a las que se les deberá revisar el subsidio, sino que hoy la gestión de la tarifa social la llevan las provincias.
Las dudas sobre cuándo aplicar la medida se dan en un momento de preocupación del Gobierno por los cortes que podrían venir en el verano a raíz de las elevadas temperaturas.
El esquema de subsidios lanzado por Chirillo como “canasta básica energética”, para el cual hubo una audiencia pública en febrero que duró 8 horas, finalmente no se implementará.
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Pese a los incrementos en las tarifas en 2024, actualmente los usuarios pagan en promedio el 49% del costo real de la luz. En el caso de los N2, que reciben la mayor cantidad del subsidio, pagan el 26% del valor total, y los N3 el 41%.
En el caso del gas, en promedio se paga el 56% del costo real de la tarifa. En los N2 es el 32% del total y en los N3 el 40%. También el resto se cubre con subsidios.
En la letra chica del Presupuesto 2025, el Gobierno reveló que busca terminar el año con los subsidios energéticos en baja, que representen el 1,1% del PBI. Para 2025, apuntan a reducirlo a 0,5% del PBI, que sería el dato más bajo de la última década. Así se desprende del informe del observatorio de tarifas y subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), en conjunto con la UBA y el Conicet.
En el Presupuesto del próximo año también se plantea que, para bajar los subsidios, se tendrá que cumplir la meta de alcanzar el 85% de la cobertura tarifaria eléctrica, y la reducción de las transferencias por tarifa social del gas y a la garrafa social. “Esto deja en claro que los aumentos tarifarios de 2025 se concentrarán en residenciales de ingresos medios y bajos”, analizó el trabajo.