Las tasas de los bonos en pesos están lejos de ser muy positivas en términos reales, es decir, medidas contra la inflación. Por caso, la licitación de deuda que el Gobierno hizo este miércoles salió con rendimientos mensuales en torno al 3,9%, casi en línea con la suba de precios. Sin embargo, la baja del dólar paralelo, que ya cotiza a menos de $1200, generó que los activos en pesos produzcan ganancias en dólares durante los últimos tres meses (lo que en la jerga financiera se conoce como carry trade).
“Entre los últimos episodios donde hubo oportunidades de carry trade (vender dólares para pasarse a tasa en pesos y devengar tasa contra un dólar estable/decreciente), el actual es el de mayor duración. Aunque los retornos no son mejores a los observados entre febrero y marzo, la ganancia acumulada sigue en aumento”, indicaron en Aurum Valores y calcularon que, en los últimos tres meses, la ganancia en moneda extranjera obtenida por la tasa tasa en pesos superó el 28%.
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La fecha de inicio de este episodio es el sábado 13 de julio, cuando el Gobierno anunció que usaría reservas para intervenir en el dólar financiero y acotar su volatilidad. “A eso se habría sumado ventas de dólares para afrontar el anticipo de Bienes Personales (la recaudación de septiembre llegó al récord histórico de casi $1 billón). Todo esto se dio en un contexto de liquidación de exportaciones por el 20% que siguió corriendo (entre US$1300 y US$1400 millones mensuales) e importaciones pagadas por contado con liquidación que, en base a la última presentación del vicepresidente del BCRA, no habrían superado los US$500 millones”, agregaron desde Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Desde ese momento, todas las versiones del dólar retrocedieron alrededor de 20%, mientras el tipo de cambio oficial siguió corriendo al 2% mensual. Por eso, para Leonardo Chialva, socio Delphos Investment, el episodio actual se puede definir más como un trade cambiario que como un carry trade clásico. “El mayor porcentaje de la ganancia de lo que llaman carry tarde fue por la baja del dólar, no por lo que ese ganó con tasa. Tradicionalmente, los denominados carry trades son operaciones de meses y meses en que te vas llevando la tasa con el dólar planchado. Si se ganó 30%, un 25% correspondió a la baja del tipo de cambio”, explicó.
Analistas afirman que el “súper peso” puede continuar
“Lo que vimos hasta ahora, yo lo llamaría más la parte violenta del ajuste cambiario. El que se quedó en dólares perdió poder de compra. En todo caso, si el dólar se estabiliza y uno coloca en tasa, se puede empezar a armar una operación de carry trade”, completó Chialva. En esa línea, son varios los economistas que creen que esta ventana de oportunidad se puede seguir extendiendo.
“La determinación del Gobierno de contener la brecha cambiaria, hacían atractivas posiciones de carry trade, aún en un marco en que las reservas netas siguen negativas”, concedieron los analistas de Grupo SBS. “Reconocemos que el Gobierno pareciera apuntar fuertemente a contener la brecha y que las posiciones de carry podrían dar ganancias durante un tiempo adicional”, añadieron, aunque a la vista de la mayor apreciación del peso en los últimos días, recomendaron cerrar al menos parte de esa posición.
Para PPI, hay chances de que la brecha cambiaria se pueda seguir comprimiendo con la mera “amenaza” de intervención del Banco Central, especialmente luego de las compras de divisas que hizo en septiembre y lo que va de octubre. Sin embargo, descartaron que esa reducción se traduzca en un levantamiento del cepo cambiario.
En ese escenario, consideraron que la estrategia que apuesta al “súper peso” puede continuar. “La extensión del carry es, en buena medida, dependiente de que se sostenga el spread entre crawling peg (la devaluación oficial) al 2% y tasas de interés en pesos cercanas al 4%. Y ese andamiaje depende de que los controles cambiarios se mantengan en pie”, cerraron.