En medio de tensiones por las imputaciones que la Secretaría de Comercio Interior realizó a empresas alimenticias por desabastecimiento, funcionarios del gabinete recibirán en la tarde de este jueves a representantes de la cadena de valor alimenticia en el marco del acuerdo de precios y salarios. El objetivo es intentar contener la inflación, que se aceleró los últimos meses.
La idea del Gobierno es ir avanzando con reuniones sectoriales, en las que no todos tienen la misma incidencia sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y que tampoco vienen mostrando una recuperación heterogénea tras la crisis económica que se profundizó con la pandemia de coronavirus.
Si bien desde lo formal el Gobierno irá convocando a todos los sectores, la mayor preocupación es la suba de precios que vienen registrando de manera sostenida los alimentos, en especial los que componen la canasta básica y que son los que más afectan a los sectores con menores recursos. Por eos, los representantes de esa cadena son los primeros en sentarse a la mesa de discusión, como anticipó TN.com.ar.
Desde el Ejecutivo creen esencial conocer la posición de este sector y, fundamentalmente, de las empresas que considera formadoras de precios, “revisar” la cadena de valor de alimentos y plantearles las metas y objetivos de este año para contener la inflación. Algunas muestras ya comenzó a dar con el refuerzo de los controles y fiscalizaciones y con las imputaciones que comenzó a aplicar.
En ese contexto en el que el Gobierno busca mantener el equilibrio entre las expectativas inflacionarias, la reactivación económica y las ganancias empresarias, el camino que buscó es el del diálogo social, sentando a la mesa a los formadores de precios y a los trabajadores. Si bien el gran encuentro tripartito estaba previsto para esta semana, quedó postergado para más adelante, debido a que decidió avanzar con las convocatorias sectoriales.
En los primeros encuentros, en los que recibió por separado a sindicatos de todos los sectores y a empresarios también de distintos rubros, les pidió ceder en algunos puntos, mientras les prometió cumplir otros. Por caso, a los gremios les garantizó paritarias libres, sin piso ni techo, pero negoció entre 2 y 4 puntos por encima de la inflación. A los empresarios les prometió estabilidad de las grandes variables, como el tipo de cambio, para dar un escenario previsible a las inversiones de la mano de una mayor demanda del mercado interno.
Quiénes participarán de la reunión con la industria alimenticia
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, anticipó que la idea para el primer encuentro con los referentes de la cadena de alimentos es tomar como “punto de partida las mesas que ya están conformadas en el Ministerio de Agricultura, entre ellas las que vienen trabajando los casos del trigo y del maíz”.
En la reunión estarán presentes ejecutivos de las firmas productoras de alimentos Arcor, AGD, Molinos Ríos de la Plata, Nestlé, Unilever, Ledesma, Danone, Granja Tres Arroyos, la Copal, el consorcio de exportadores de carnes ABC y Mondelez, entre otras. También habrá representantes de los supermercados y de los productores de materias primas, por lo cual se espera la presencia de la Asociación Supermercados Unidos (ASU) y del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
Esta vez y luego de las tensiones generadas por el cierre de exportaciones de maíz y los cruces que terminaron con un encuentro con Alberto Fernández, el Gobierno invitó a los titulares de las cuatro entidades gremiales del campo, que conforman la mesa de enlace agropecuaria.
Del sector sindical, participarán representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), el Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación (STIA) y la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys).
Según anticipó el Gobierno, las próximas reuniones serán con el rubro de la construcción y electrodomésticos.
La reunión sucederá en medio de las tensiones que generó la imputación a empresas líderes de consumo masivo por “retención en sus volúmenes de producción o falta de entrega de determinados productos de consumo masivo para su comercialización”. La medida se adoptó luego de que en operativos de fiscalización se detectaran faltantes de algunos productos clave durante los últimos tres meses.