En la carrera electoral, el Gobierno juega todas las cartas a contener la inflación que se descontroló en los últimos meses. Para lograrlo, por un lado presiona a exportadores; convoca a mesas de diálogo a gremios y empresarios, y aumenta los acuerdos y controles de precios, buscando que converjan con los salarios.
En tanto, el ministro de Economía, Martín Guzmán mira otras variables que tienen que ver con la emisión monetaria y la estabilidad, de cara a la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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La advertencia del organismo multilateral de crédito fue clara: la intervención puntual del Gobierno sobre los precios no puede ser la única variable para contener la inflación y Guzmán lo sabe. También sabe que se necesita de una política de estabilización de mediano largo, que dé un horizonte claro y mayor estabilidad. Su intervención en el mercado cambiario fue exitosa y confía en que ahora sus recetas contra la escala del costo de vida también los sean.
Sin embargo, por el momento no son excluyentes, sino que ambas estrategias son dos caras de la misma moneda. Alberto Fernández y ministros como Matías Kulfas y Santiago Cafiero se inclinan por sentar a todos a la mesa, especialmente a los formadores de precios para plantear un escenario de corto plazo. Mientras tanto, el titular del Palacio de Hacienda avanza en las negociaciones con el FMI y lleva adelante otras recetas de mayor alcance.
Llegar a la elección con la inflación bajo control, es el objetivo. Es uno de los principales reclamos de la clase media, pero también uno de los mayores problemas que enfrentan los sectores más empobrecidos, que destinan casi la totalidad de sus ingresos a los alimentos y artículos básicos.
Qué mira el ministro de Economía
Este martes, al acompañar al Presidente a Tucumán, Guzmán habló ante empresarios del NEA y del NOA y dejó en claro cuáles son sus prioridades. Por un lado, dijo que para que lograr “tener estabilidad en el frente externo y no haya problemas cambiarios, es necesario que crezcan las exportaciones para tener la posibilidad de mayor generación de divisas”. Por el otro, insistió en la necesidad de “ordenar la cuestión fiscal” y “tener cuidado con la emisión monetaria, porque una parte va a buscar divisas y eso pone presión sobre el tipo de cambio”.
Es necesario que crezcan la exportaciones para tener la posibilidad de mayor generación de divisas
“Cuando hay déficit se financia con deuda o emisión monetaria y cuando se torna recurrente se genera un Estado débil”, advirtió y consideró que “no hay nada más regresivo y desestabilizante que un salto cambiario brusco y grande para una economía como la Argentina”.
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Está claro que la mirada del titular de la cartera económica es más amplia que la de otros funcionarios que apelan a recetas más cortoplacistas y que no siempre dieron los mismos resultados. No obstante, todos coinciden en que es necesario fortalecer el ingreso de los trabajadores para reactivar el mercado interno y que la mayor demanda aumente la producción local.
El objetivo de Guzmán, tal como lo mencionó en varias oportunidades es ir logrando reducir la inflación en cinco puntos porcentuales anuales y así lo ratificó en Tucumán. “Es factible reducir en 5 puntos la inflación durante el 2021, y lograr que las expectativas estén alineadas”, sostuvo. Es decir que, de cumplirse sus pronósticos, teniendo en cuenta que 2020 cerró con el IPC en 36,1% una baja de esa envergadura significaría que este año rondaría los 31%, dos puntos por encima de lo previsto en el Presupuesto.
Los cinco ejes de Guzmán
- Ordenar la cuestión fiscal, reduciendo la emisión monetaria.
- Impulsar la demanda agregada, apuntalar el dinamismo productivo, creando valor y potenciando las exportaciones.
- Mantener la estabilidad macroeconómica, fundamental para la actividad privada.
- Tranquilizar la economía, a partir de consensos.
- Buscar un balance entre el mercado interno y aquellas actividades que impulsen las exportaciones.
“Trabajamos para establecer un sendero para reducir la inflación de una manera consistente. Es un problema principalmente macroeconómico. A la inflación se la ataca por ahí, y así coordinar expectativas”, señaló Guzmán.
Trabajamos para establecer un sendero para reducir la inflación de una manera consistente. Es un problema principalmente macroeconómico
Dijo que desde la macroeconomía, “hay que ir ordenando también la cuestión fiscal, y establecer una suerte de corredor en el cual el Estado impulsa la demanda agregada, por un lado, redefiniendo las prioridades, que es lo que hemos hecho en el presupuesto 2021”.
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Guzmán sostuvo que “la articulación de reglas de juego para una Argentina más pujante es una tarea colectiva, requiere involucramiento de todos los sectores, del diálogo que genere entendimientos que sean la base de un esquema más robusto de acuerdos y consensos sobre los cuales construir las condiciones que la Argentina necesita para establecerse en este sendero de desarrollo con inclusión”.