El Gobierno fijó este lunes nuevos precios máximos de referencia para gas propano y butano, y para la venta en garrafas. A la par, incrementó el subsidio para el Programa Hogares, de manera que continúen abonando "el mismo precio que se encontraba vigente al 1° de julio de 2019”. Para el sector empresario, la suba “es insuficiente” para cubrir los costos.
A través de la Resolución 30/2020 de la Secretaría de Energía, publicada este lunes en el Boletín Oficial, se estableció para las garrafas de 10 kilogramos un precio de $359,62; para las de 12 kilogramos, un valor de $431,55; y para las de 15 kilogramos, de $539,44.
En todos los casos, el aumento es de un 25,4%, en comparación con el último valor establecido en mayo del año pasado. Estos montos no incluyen el IVA ni Ingresos Brutos, tampoco el costo por entrega a domicilio.
// Por la inflación, el Gobierno evalúa aumentar la tarjeta Alimentar
La resolución también estableció en $10.885 el valor máximo en planta del productor de la tonelada de gas propano y del butano de uso doméstico con destino a garrafa.
Según detalló el texto firmado por el secretario de Energía Darío Martínez, se trata de una actualización de los valores de comercialización de Gas Licuado de Petróleo (GLP) para uso doméstico, que fue decidida debido a “la variación experimentada” en los costos de producción del mismo.
El funcionario explicó que “teniendo en cuenta la variación experimentada en los valores asociados a la producción de GLP, así como en los costos observados en los segmentos de fraccionamiento, distribución y comercio minorista”, resulta necesario "actualizar los precios máximos de referencia asociados” a cada uno de los pasos en la cadena de venta de las garrafas, con el objetivo de que lo que termine pagando “el consumidor final resulte de los reales costos económicos de la actividad en las distintas etapas”.
Sin embargo, en el documento remarcó también la importancia de “aplicar un esquema de subsidio a la demanda”, teniendo en cuenta “la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social” declarada en el país.
En este sentido, para proteger a “los usuarios vulnerables”, se decidió “disponer la modificación del monto del subsidio por garrafa a ser entregado a los beneficiarios del Programa Hogar, de manera que los mismos continúen abonando” por el gas que consuman, “el mismo precio que se encontraba vigente al 1° de julio de 2019”.
Así, la Secretaría de Energía dispuso que se incremente a $254 el subsidio por garrafa para este Programa del Estado nacional destinado a ayudar a los hogares de bajos recursos sin acceso a la red de gas natural, es decir en un 38,79%.
Del total de usuarios, unos 2,8 millones acceden a la garrafa social. Hasta el aumento de este lunes, por el Plan Hogar recibían $183 para nuevas compras.
Suba insuficiente
A fines de septiembre, las distribuidoras de gas le habían pedido al Gobierno actualizar el precio de la garrafa porque advertían que estaba congelado desde marzo de 2019 y dejaba al sector “al borde del colapso”, porque no llegaba a cubrir ni la mitad de su costo.
En torno de aquel reclamo, el director de CEGLA, Pedro Cascales le había informado a TN.com.ar que “la última actualización de precios fue en marzo de 2019, pero no alcanzó a cubrir lo que se necesitaba, y desde marzo de este año se congeló el precio cuando se incluyó al gas natural licuado (las garrafas) entre los servicios básicos, cuando no lo es”.
Además, contó que desde marzo del año pasado el precio de la garrafa de gas de 10 kilos que venden los fraccionadores a los distribuidores había quedado congelado en $185 y el valor al público rondaba entre $350 y $400. Según la entidad empresaria, la estructura de costos (sin impuestos) es de $354 en planta de fraccionamiento de la zona central del país y de $400 en el norte. “Los precios actuales no alcanzan siquiera al 50% del valor que se necesita para operar con normalidad”, había advertido Cascales.
Tras los anuncios de este lunes, Cascales señaló que el nuevo precio máximo de referencia para el fraccionador, definido por la Autoridad de Aplicación en $203,55, es “un incremento absolutamente mínimo que, no sólo no permite la recuperación de rentabilidad, sino que ni siquiera consigue cubrir los costos del sector”.
De acuerdo con los datos del sector, el aumento directo otorgado para el sector fraccionador es de alrededor de $12, lo que representa menos de un 8% del desfasaje que tenía para las plantas de fraccionamiento ubicadas en zona central, y del 6% para las ubicadas en el norte del país y la Patagonia.
“Advertimos sobre la profundización del daño a la cadena de gas envasado", enfatizó el director del CEGLA que dijo esperar ser recibido por el secretario de Energía.
"El atraso es tan grave que los precios actuales no alcanzan al 50% necesario para operar con normalidad. Exigimos que los precios de referencia sean dictados con absoluta responsabilidad y criterio técnico en respeto a la legislación vigente y a las necesidades de calidad y seguridad de un mercado de 18 millones de consumidores a lo largo y ancho de toda la Argentina”, reclamó Cascales.
El sector fraccionador de gas licuado da empleo directa e indirectamente a más de 9.000 personas y abastece a más de 5 millones de hogares.