El tenista noruego Casper Ruud sorprendió al mundo del tenis con una confesión que va más allá de la cancha. En la rueda de prensa posterior a su triunfo sobre el ruso Daniil Medvedev, por los cuartos de final del Masters de Madrid, reveló que este año no se sintió bien mentalmente, lo que lo llevó a buscar ayuda profesional para salir de una espiral complicada.
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Ruud, quien llegó a ser el número dos del mundo, admitió que se sentía atrapado en una “rueda de hámster” que nunca se detenía. “Esta vida del tenis profesional es como una rueda de hámster que nunca se detiene”, expresó el noruego, actualmente fuera del top ten. “Me sentía como si estuviera en una espiral sin fin y necesitaba salir un poco para reflexionar sobre mi situación”.
Un cambio de mentalidad

El noruego destacó la importancia de ser honesto consigo mismo cuando algo no funciona. “Este año no me he sentido muy bien mentalmente. Pero he buscado ayuda y me ha funcionado de maravilla”, confesó. “Tener a alguien con quien hablar sobre ciertas cosas me ha ayudado mucho”.
El noruego subrayó que el tenis no sólo se trata de habilidades físicas, sino también de un juego muy conciente. “Se me permite tener dificultades mentales o días más difíciles”, afirmó. “El tenis no se trata sólo de golpear bien las pelotas o ser rápido en la cancha”.
Preparado para enfrentar a Cerúndolo

Ruud jugará las semifinales de Madrid ante el argentino Francisco Cerúndolo, quien eliminó al checo Jakub Mensik en otra llave de cuartos de final. “Siento que he estado jugando bastante bien y me siento bien”, comentó Ruud, quien ganó ocho sets consecutivos en el torneo.
El noruego también reflexionó sobre la intensidad del calendario tenístico, lo que obliga a los jugadores a participar en numerosos torneos a lo largo del año. “Es una vida difícil en muchos sentidos, con muchos días de viaje”, cerró.