Genie Bouchard, finalista de Wimbledon en 2014, consideró que la imagen es muy importante en el mundo del tenis y encendió el debate. “Llevamos polleras cortas. Llevamos camisetas sin mangas. Es divertido prender la televisión y mirar eso”, declaró que la tenista canadiense de 30 años, en diálogo con Valeria Lipovetsky en el podcast Not Alone.
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Bouchard relató que por su atractivo físico pudo conseguir grandes ofertas de marketing fuera de la cancha. “Me pidieron que apareciera en la edición de Sports Illustrated Swiming varias veces. Explorar ese camino estaba definitivamente en mi lista de cosas por hacer. Definitivamente, es parte de lo que soy y creo que es genial. El tenis es lo único que sé, pero no puede ser lo único que haré en mi vida”, detalló.
Una de las opiniones más controversiales de Bouchard, que tiene 2.3 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, remite a su parecer sobre la explotación del “sex appeal” de las jugadoras: “Es bueno para el deporte femenino, aumenta mi base de seguidores, mi audiencia, lo que, a su vez, me ayuda a conseguir mejores ofertas y patrocinios”.
“Hablo no solo de una manera personal para mí, porque en realidad puedo ganar más dinero con esto. Eso es bueno para el tenis en general, para el tenis femenino, para los deportes femeninos”, señaló la canadiense que llegó a ser número 5 del mundo y hoy se encuentra en el 524 del ranking de la WTA.