En el partido que disputaron Los Pumas contra Inglaterra, el 12 de julio en el estadio Bicentenario de San Juan, se denunciaron insultos racistas por parte de un grupo de simpatizantes. La World Rugby, entidad rectora del deporte a nivel internacional, tomó medidas y abrió una investigación para conocer lo sucedido.
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El hecho denunciado por el equipo inglés, que se llevó el triunfo por 22-17, ocurrió mientras los suplentes se encontraban haciendo la entrada en calor en la primera mitad del partido. Se trató de “actos de discriminación dirigidos a sus jugadores por parte de espectadores”, según lo señalado por la Federación en un comunicado.
Ante esa circunstancia, la World Rugby tomó medidas sobre el asunto y llevó a cabo una “inmediata y exhaustiva investigación, que incluyó declaraciones de testigos, análisis de videos y otras líneas de investigación”. Como resultado, determinaron quedó claro que “hubo un incidente”, pero sin posibilidades de identificar a los responsables.
“En el rugby y en la sociedad no hay lugar para la discriminación, el abuso ni el discurso de odio, y World Rugby toma muy en serio cualquier denuncia de discriminación”, plateó la entidad.
Por su parte, el presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR), Gabriel Travaglini, afirmó los responsables de la agresión fueron entre 5 y 7 personas dentro de un público de más de 20.000 espectadores, por lo que no se pudo “individualizar a los autores”.
Finalmente, junto con el apoyo de la UAR, la World Rugby desarrolló un plan de acción para “mejorar sus operaciones, educar a los aficionados y prevenir que estos incidentes inaceptables se repitan”.
