Ágnes Keleti, la campeona olímpica más veterana de la historia, murió a los 103 años en un hospital de Budapest, según informó el Comité Olímpico de Hungría. La legendaria gimnasta, nacida en la capital húngara el 9 de enero de 1921, dejó un legado imborrable en el deporte y la historia, con una vida marcada por la superación personal y la resiliencia.
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Keleti, originaria de una familia judía, sobrevivió al holocausto, un capítulo terrible de su vida que la llevó a refugiarse en una pequeña localidad húngara utilizando documentos falsificados, mientras el régimen pronazi de Hungría deportaba a los judíos hacia campos de concentración.
Tras la guerra, la gimnasta se destacó internacionalmente, al lograr un total de cinco medallas de oro, tres de plata y dos de bronce en los Juegos Olímpicos.
Su primera victoria olímpica llegó en los Juegos de Helsinki en 1952, donde ganó una medalla de oro, tras haberse perdido la cita de Londres en 1948 debido a una lesión. Cuatro años después, en Melbourne, Keleti cosechó cuatro medallas de oro y una de plata, consolidándose como una de las grandes figuras del deporte mundial.
Tras los Juegos de 1956, se mudó a Israel, donde se dedicó a la enseñanza universitaria y al entrenamiento
A pesar de sus éxitos, la húngara vivió una vida llena de cambios. Tras los Juegos de 1956, se mudó a Israel, donde se dedicó a la enseñanza universitaria y al entrenamiento. Aunque pasó mucho tiempo en el extranjero, después de la caída de la Cortina de Hierro en 1990, volvió con más frecuencia a su país natal.
A lo largo de su vida, Keleti fue reconocida en múltiples ocasiones, incluido su ingreso al Salón de la Fama de la Gimnasia Artística en 2002 y la obtención, en 2021, de un premio del Comité Internacional del Fair Play, en honor a su carrera marcada por la aceptación y la tolerancia.
A los 102 años, la gimnasta continuaba practicando ejercicio diario y viendo competiciones de gimnasia por internet, con una actitud intachable y una longevidad que atribuía a su peculiar sentido del humor.
Keleti, quien el próximo 9 de enero hubiera cumplido 104 años, dejó un legado imborrable en la gimnasia y en la historia, siendo recordada no solo por sus impresionantes triunfos en el deporte, sino también por su indomable espíritu.
