Tiziano Casella Gaona, como muchos chicos a lo largo y a lo ancho de la Argentina, sueña con triunfar en el deporte. En su caso, en el Karate-Do. Por eso, a fines del año pasado, cuando le llegó la invitación para representar al país en el Mundial junior de Japón, no dudó en aceptar. El apoyo de su familia se volvió clave para que el gran objetivo esté a un paso de hacerse realidad.
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En 2019, Tiziano vio una publicación en Facebook que invitaba a sumarse a una escuela de Karate-Do. Cinco años después, la disciplina es su gran pasión. Así lo entienden también sus papás, Marcelo y Sandra, quienes no dudaron en poner manos a la obra con varias iniciativas innovadoras -y algunas incluso sacrificadas- para poder reunir el dinero para cubrir los pasajes y la estadía del joven de 14 años en Okinawa, ciudad en la que se desarrollará el Mundial del 8 al 12 de agosto.
De las rifas a la venta de latas: la iniciativa solidaria por Tiziano
Pagar los costos del viaje a Japón no era tarea fácil. Al no ser un deporte olímpico, el Comité Olímpico Argentino no podía ayudarlos con fondos. Por eso, inmediatamente Tiziano y su familia, que viven en la zona oeste del conurbano bonaerense, pusieron manos a la obra: sus primeras decisiones fueron armar varias rifas y empezar a vender latas.
“Rifamos una bicicleta, una cena para dos personas y un parlante. Fue muy emocionante porque hubo gente que incluso no quiso los premios: el que ganó la bicicleta, por ejemplo, la donó. Participaron muchos amigos”, cuenta Marcelo y destaca que, cuando la historia de su hijo empezó a hacerse conocida entre los allegados, le llegaron muchos aportes de dinero “totalmente desinteresados”.
Hace algunos días, un sensei (maestro) de Karate-Do le dijo a Tiziano que tenía una casa de artículos regionales en Merlo y le donó un poncho salteño. El joven fue con su familia a una peña de folklore, hizo una demostración de su disciplina después de los bailes y vendió unas rifas. El ganador fue un excombatiente de Malvinas que tampoco quiso quedarse el premio y que ofreció donarlo nuevamente. Ante la insistencia del chico y de sus padres, lo aceptó y hoy es otra de las personas que ayuda con la difusión.
Además, unos amigos de la familia que trabajan en un bar les dieron la idea de empezar a juntar latas para venderlas. Fue así como una vez por semana empezaron a ir al local a recolectarlas y también a levantar todas las que se encontraban por la calle. Los vecinos también colaboran con esta misión.
“Nos sirvió para sumar de a poquito. Estamos juntando pesito a pesito. No es mucho, pero de ahí vamos sacando algo”, comenta el papá de Tiziano, que repite con orgullo que “fue todo a pulmón”.
Una situación familiar límite y el mensaje que se volvió viral
A principios de año, cuando volvía de dar una capacitación para árbitros de handball en Neuquén, Marcelo tuvo un infarto. Esta complicación de salud lo obligó a pasar una serie de operaciones y a estar mucho tiempo en el hospital. La fragilidad de su salud hizo que, además, tuviera que dejar de trabajar. Así, Sandra, que atiende un comercio, se convirtió en el único sostén de la economía familiar.
Todo esto ocurrió en medio del proceso que habían iniciado para reunir los fondos para el viaje de Tiziano, una tarea que no estaban dispuestos a abandonar ni siquiera ante esta dificultad que se les había presentado.
Fue así como Marcelo decidió anotarse en una App de viajes de autos para llevar pasajeros. “Tuve que dejar de trabajar en lo mío y fue muy duro, frustrante. Pero como puedo manejar, decidí hacer esto. Es jodido de noche, pero salgo para ayudar a Tiziano”, contó.
Una vecina le dio una idea: poner un cartel en el auto para contar la historia de Tiziano y difundirla entre quienes se subieran. Fue así como una joven viajó con Marcelo días atrás y, al ver el pedido de ayuda, decidió subirlo a sus redes sociales. La publicación se hizo viral y convocó a muchas más personas solidarias, incluso de países lejanos como Portugal, España y Honduras.
Un nuevo sueño por cumplir: “Necesita apoyo desde la tribuna”
Las rifas, las latas y los pasajeros que viajaron con Marcelo a través de la app hicieron que Tiziano prácticamente ya haya podido reunir todo el dinero para el viaje y la estadía en Okinawa. La idea ahora es que alguno de sus padres lo pueda acompañar.
“Necesita el apoyo desde la tribuna porque es una atleta, pero es chiquito. Sería importante para él que al menos uno de los dos esté. Para un chico de 14 años significa mucho todo esto”, señaló Marcelo y detalló que las contribuciones se reciben a través del alias tiziano.karate (a nombre de Tiziano Valentín Casella Gaona).
Tiziano, que en el Mundial de Japón va a competir en las categorías de Kata (formas de defensa y ataque) y Bo (armas), no solo entrena en una escuela de Karate-Do de San Antonio de Padua, sino que también trabaja con un preparador físico para llegar de la mejor manera a la competencia.
“Mis amigos y mis profesores me preguntan todo el tiempo cosas del viaje y cómo va la preparación. Están muy felices por esta oportunidad que tengo”, resaltó Tiziano.
Y, aún emocionado por toda la ayuda desinteresada que recibió para lograr el objetivo, sostuvo: “Voy a cumplir mi sueño de representar al país y de dejarlo lo más alto posible”.