La superestrella estadounidense de la gimnasia Simone Biles ganó la medalla de bronce en la final de viga tras su regreso a la competición y terminó ovacionada por sus compañeras y rivales, después de superar un mal momento personal.
Biles, cuatro veces campeona olímpica en Rio 2016 y 19 veces campeona del mundo, sorprendió al mundo al abandonar en mitad de la competición la final del concurso general por equipos el pasado martes por problemas de inestabilidad mental.
Tras haber tenido algunos inconvenientes en el salto en la final del concurso general por equipos, Biles explicó con una gran franqueza tener que enfrentarse a sus demonios y decidir preservar su salud mental tras haber sufrido una gran presión para ganar estas últimas semanas. Biles estaba desde hace meses presentada como la estrella de Juegos de Tokio, con grandes coberturas de revistas y cadenas de televisión.
Exactamente una semana después de retirarse de la final, Biles volvió a la sala del gimnasio Ariake para pelear por las medallas de barra, aparato en el que hace cinco años, en los Juegos de Río 2016, también logró el bronce.
La gimnasta china Guan Chenchen, de 16 años, ganó el oro con 14,633 puntos, seguida de su compañera Tang Xijing, con 14,233, y de Biles con 14,000.
Recibida con mucho cariño por sus rivales y por una grada muy animada por la presencia de varios centenares de deportistas y dirigentes, la estadounidense ejecutó con seguridad y sin desequilibrios un ejercicio de alta dificultad que hizo que no se fuera con las manos vacías de Tokio.
“No pensaba que ganaría una medalla. Competí por mí misma y haberlo logrado es lo único que cuenta”, completó la atleta de 24 años aquejada por dificultades que suelen afectar más de lo que muchos suponían a los atletas y que ella obligó a debatir al hacerlas públicas. ”Muchos pasan por lo que yo pasé. Hablemos más de los problemas de salud mental de los atletas. Ya no somos niños, hemos crecido y podemos hacerlo por nosotros mismos”, completó Biles.
La mujer que enfrentó a sus propios “demonios” en estos Juegos dejó una lección para el mundo que va más allá del bronce logrado en un podio que completaron las gimnastas chinas Guan Chenchen (oro con 14633 puntos) y Xijing Tang (plata con 14223).
Biles cosechó 14000 redondos en esa disciplina, la única de todas a las que había logrado clasificarse en la que pudo “hablar” en pista, aunque el mensaje más importante lo dejó fuera de las competencias.