Buenas noticias llegan desde Japón para la Selección argentina de básquet que por la apabullante victoria de Estados Unidos ante República Checa, ahora depende de sí misma para avanzar de ronda en los Juegos Olímpicos como uno de los mejores terceros. Para eso solo tendrá que vencer a Japón a la 1.40 am de este domingo 1° de agosto en el estadio Saitama Súper Arena de Japón.
Todo gracias a un Kevin Durant que ya no es sólo el líder de la selección estadounidense de Tokio 2020, sino el mayor anotador del básquet olímpico estadounidense en su historia. Sus 23 puntos para despertar a Estados Unidos contra la República Checa (119-84) le permiten superar a Carmelo Anthony y colocar a su equipo como probable mejor segunda de grupo, con un +82 de diferencial.
El jugador al que Gregg Popovich, técnico estadounidense, rogó que lo acompañara a Tokio 2020 ya es el mayor encestador del baloncesto olímpico estadounidense con 354 puntos que superan los 336 puntos de Carmelo Anthony acumuló entre Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, y Río 2016.
KD lo hizo en sólo tres ediciones. Su actuación despertó a un conjunto de las barras y las estrellas que hasta el descanso había tenido muchas dificultades para superar a una República Checa tan dinámica y acertada como ellos, liderada por Satoransky (12 puntos, seis rebotes y ocho asistencias) y Vesly (13, tres y cuatro), que aguantó hasta el tercer asalto.
A partir de ahí, EEUU rompió el partido poniendo su primera decena de diferencia gracias al arranque de Durant y la continuación de Holiday (57-47, minuto 24), y desde entonces ya fue puro show norteamericano, sobre todo desde el triple (20 aciertos de 41 intentos, un 49%) en el que pulieron sus números Jayson Tatum (27 puntos) y Zach LaVine (13).
Hasta que llegó el espectáculo, Estados Unidos tuvo que remar bastante, porque la mejora que se podía haber percibido ante Irán se diluyó en los dos primeros minutos contra la República Checa: dos buenas defensas checas y un robo de Schilb (17 puntos hoy) pusieron un 2-9 de inicio que obligaba a Popovich a parar el encuentro a los dos minutos.
Schilb parecía tener los triples que a Estados Unidos le faltaban (1/5) cuando hizo su tercero sin fallo para elevar la renta checa (7-17, minuto 5). Durant agarró el equipo a su espalda, a Damian Lillard y Zach LaVine les entraron los triples, pero no fue suficiente para desplazar el liderazgo checo al final del cuarto (18-25).
Los americanos apretaron su defensa en zona y comenzaron a correr, pero el equipo centroeuropeo respondió al juego con Satoransky y sus interiores.
Durant rompió la baraja con dos triples consecutivos para volcar el duelo hacia las barras y las estrellas (37-33, minuto 14). En ese momento ya era el máximo anotador histórico de EEUU en los Juegos, pero Vesely apretó para sostener el orgullo checo y hacer que llegara más que vivo al descanso (47-43).
El plusmarquista Durant se empeñó en seguir tirando de los suyos tras el intermedio... Y esta vez lo consiguió, porque Lillard y Jrue Holiday se apuntaron a la fiesta para generar la primera ventaja americana de diez puntos (57-47, minuto 24).
A partir de ese momento, Estados Unidos empezó a jugar con más fluidez en ataque y a la República Checa se le acababan los recursos para seguirle el ritmo. Solo David Jelinek aguantaba el tirón, y el último estirón americano fue casi definitivo: un 14-2 en los últimos tres minutos, del 68-58 al 82-60 con el triple que cerró el cuarto, firmado, cómo no, por Kevin Durant.
Cuando se quiso dar cuenta el conjunto checo, la losa que caía sobre ellos era ya de 26 puntos (86-60). La cara del técnico Ronen Ginzburg lo decía todo, estaban ya atrapados en el show estadounidense y ya de ahí no se podía salir.
Aun así, Popovich pedía cabeza a los suyos: había que sumar el máximo posible para asegurarse la plaza como mejor segunda de grupo, y a fe que se pusieron sus pupilos: dos triples seguidos de Tatum llevaron la renta a las tres decenas (94-64). Ni un problema con la canasta que detuvo unos minutos el duelo frenó a los americanos, que acabaron con un 119-84 y esperan estar en el bombo de los mejores para el sorteo que determinará los cuartos de final.