“En la casa de 24 horas del día, 25 se hablan de deporte”, dice Constanza, la del medio, la Leona. Y es, quizás, una perfecta descripción de lo que se vive en la casa de la familia Cerúndolo, en el barrio de Belgrano. Una casa que explotó de alegría hace dos semanas cuando Juan Manuel, de 19 años, ganó el ATP de Córdoba, en su debut en el circuito y cuando Francisco, de 23 años, llegó a la final del ATP de Buenos Aires.
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Fue la primera vez en 40 años que dos hermanos argentinos estaban en un cuadro principal de un ATP, y la primera en 5 años que dos hermanos llegaban a finales de torneos ATP en semanas consecutivas.
Los Cerúndolo se entrenan desde que empezaron a agarrar una raqueta en el Club Belgrano y allí está María Luz, la orgullosa madre de los tres deportistas. Ella acompaña al equipo de TN hasta la cancha donde se encuentran Juan Manuel y Francisco. Están juntos, recién terminan de entrenar. Constanza, que acaba de llegar de una gira con Las Leonas, los mira desde un costado.
-¿Son conscientes de lo que lograron?
(Francisco) -Fueron semanas soñadas. Sabíamos que podía pasar, pero fue todo muy de repente. Para mí fue un torneo soñado.
-Juan Manuel ganó en Córdoba y viajó rápidamente para jugar en Buenos Aires. ¿Pudiste festejar algo?
-En ese momento estaba al palo, no pude festejar nada. Salí a comer con amigos y me fui corriendo para jugar en Buenos Aires.
La alegría fue inmensa, pero no sorprendió. Alejandro, el padre, fue jugador profesional en la época de Guillermo Vilas. Después se convirtió en un excelente entrenador. Estuvo, entre otros, con Franco Squillari, José Acasuso, Diego Schwartzman y Gabriel Markus. María Luz, la madre, también fue tenista profesional y luego se dedicó a la psicología deportiva.
¿Es casualidad que sean los tres profesionales del deporte?
(Juan Manuel) -Siempre nos llevaron por el camino del deporte, fue de gran ayuda para nuestro camino. Después profesionalmente cada uno eligió lo que le gusta.
(Alejandro, el padre) -Tuvimos mucho que ver con el hecho que hagan deporte, no promovimos que fueran tan avanzados pero colaboramos para que vayan desarrollándose.
Los Cerúndolo respiran deporte. Constanza decidió salir del polvo de ladrillo y dedicarse al hockey. Y como todos en la familia, lo hizo con plena dedicación. El talento acompañó y desde hace dos años es parte del seleccionado femenino. También estuvo en las selecciones juveniles y sueña con los Juegos Olimpicos: “Es mi gran objetivo, estar entre las seleccionadas para Tokio y ganar una medalla”, sostiene.
No es la única que sueña en grande, los hermanos tenistas van a ir por más. Juan Manuel quiere el Grand Slam que más les gusta a los argentinos “Mi máximo sueño sería ganar Roland Garros”, confiesa. Francisco tiene el objetivo bien claro: “Ahora quiero meterme en el top 100”.
El nacimiento de Juan Manuel, marcado por el tenis
“Yo estaba a punto de parir, Toto (Alejandro) era el coach de Martin Vasallo Argüello y habíamos ido a ver un partido en el que jugaba contra Nalbandian. En un momento la cosa no dio para más y nos fuimos directo a la clínica. Toto fue vestido de tenis, lleno de polvo de ladrillo. Y así fue como Juan Manuel nació en un contexto de tenis”, contó María Luz.
Toda una señal que le había dado la vida.
