La imagen no se repite en otras ligas. El de Jerry Bengtson es el único caso en el mundo. Al menos, conocido en ligas profesionales. El delantero hondureño de 33 años, que jugó un temporada para Belgrano de Córdoba en la Primera división del fútbol argentino, usa barbijo durante los partidos. Mal no le va: lleva cinco goles en ocho fechas y es el máximo goleador del campeonato.
La imagen de Jerry convirtiendo el gol en el triunfo de Olimpia en el clásico hondureño ante Motagua llamó la atención de muchos. De casi todos. Claro, es el único futbolista que juega los 90 minutos con tapaboca para protegerse de un posible contagio de coronavirus.
A fines de septiembre, en el partido entre Olimpia y Real España, el técnico argentino Pedro Troglio mandó a la cancha a Bengtson en los últimos minutos y el delantero entró con barbijo. Fue la primera vez que lo hizo y no pasó desapercibido. En ese momento contó que fue por decisión personal “para prevenir un contagio" ante el contacto físico que tiene con los defensores rivales.
Los profesionales de la salud ya dejaron en claro que usar tapaboca no dificulta la respiración ni puede producir daño alguno, más allá de la incomodidad que puede significar. Incluso, se recomienda usarlo cuando se entrena en espacios reducidos y compartiendo el lugar con muchas personas.
Está claro que a Bengtson no le molesta: lleva cinco goles en ocho fechas y es el goleador de Olimpia, que está segundo en el campeonato con cuatro triunfos y cuatro empates. El equipo de Troglio viene de ganar el clásico ante Motagua y es uno de los candidatos al título.
“Fue una decisión personal y lo aceptamos, es raro porque es el único jugador del plantel y del campeonato que juega con barbijo. No le molesta y además está haciendo goles”, contó Troglio.
Su paso por Belgrano de Córdoba
En 2014, Belgrano sorprendió en el mercado de pases. Al equipo de Ricardo Zielinski llegó un jugador que había disputado los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y el Mundial de Brasil 2014: el hondureño Jerry Bengtson.
Jerry sólo disputó 16 partidos e hizo un gol en el Pirata, frente a Defensa y Justicia. En aquel momento no se le dieron las cosas como hubiera querido, pero de su paso por Córdoba no se va a olvidar más: “Tengo bonitos recuerdos. Comí asados, probé fernet, escuché la Mona”.
