Iban 16 minutos del segundo tiempo cuando Alphonso Davies construyó una jugada legendaria. El lateral izquierdo nacido en Ghana, que juega en la selección de Canadá, marcó el camino en el quinto gol del Bayern Munich en el aplastante triunfo ante Barcelona, por los cuartos de final de la Champions League.
Davies recibió la pelota unos diez metros adelante de la mitad de cancha, en territorio del Barcelona. De inmediato, Messi y Vidal salieron a presionarlo, para tratar de quitársela. Pero con un movimiento lleno de talento, los dejó en el camino sin problemas. Fue el primer paso de una apilada memorable.
El lateral avanzó y profundizó en la zona izquierda. Ahí se encontró con Semedo, de flojo partido, que intentó cortar la jugada. pero fue víctima de Davies, que se escapó a pura velocidad, frenó, enganchó y volvió a escaparse por la banda, esta vez para comenzar a acercarse al área, muy próximo a la línea de fondo.
Semedo buscó recuperar la ventaja para sacarle la pelota, pero volvió a quedar en el camino. Esta vez mucho peor, ya que no solo que no lo pudo frenar, sino que cayó al césped. El lateral se internó en el área y, ante la salida de Marc-André ter Stegen, y de los defensores del Barça, tiró el centro atrás.
El que entraba al galope era justamente el otro lateral, Joshua Kimmich, que solo tuvo que empujarla para marcar el quinto tanto para el conjunto alemán.
"Difícil de explicar", la palabra de Müller
"Resulta difícil de explicar lo que sucedió esta tarde", resumió Thomas Müller, autor de un doblete en la histórica goleada de Bayern Munich por 8-2 sobre Barcelona en cuartos de final de la Champions League.
"Creo que la clave es que el equipo se encuentra en un estado increíble", agregó el delantero que abrió el marcador en el Estadio da Luz de Lisboa y fue elegido como el mejor jugador del partido.
"Agradezco este premio, pero creo que todo el equipo lo merece. Trabajamos mucho y nos divertimos y por nuestro estilo de juego no importa quién es el rival", afirmó Müller al considerar que sus dos goles hoy "son muy especiales".
"Nuestro secreto es que todos jugamos pensando en el compañero. Fíjense en lo que hicieron Philippe Coutinho y Kingsley Coman cuando ingresaron", apuntó al referirse al rol en la recuperación de la pelota que ambos tuvieron.
El propio Müller defendió cuando la pelota la tenía Barcelona y por ese sacrificio, además de los goles, es que fue reconocido como el mejor de la cancha el delantero que se dijo "feliz" por el resultado, pero pidió mantener los pies sobre la tierra.
