El delantero Lucas Ocampos (25) ratificó ayer que es el mejor debutante en la vigente Liga de España con su gol y asistencia en el clásico que Sevilla le ganó a Betis por 2 a 0 en la reanudación del campeonato tras el parate de 93 días por el coronavirus.
Pese a estar en duda hasta última hora por inconvenientes físicos, el futbolista que llegó al equipo andaluz en julio de 2019 tras un paso desértico por el Milan de Italia, donde sólo jugó 12 partidos y no marcó goles, no sólo fue titular en Sevilla sino que lideró la victoria del conjunto.
Las estadísticas indican que el jugador nacido en Quilmes y que debutó como profesional en River el 16 de agosto de 2011 en el que fue el primer partido del equipo Millonario en la B Nacional en la temporada 2011/12, marcó o asistió en ocho de los últimos 14 goles del Sevilla en la Liga.
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Desde que llegó en una transferencia de 15 millones de euros, Ocampos ha disputado 23 partidos, marcó 11 goles y el de ayer ante Betis fue el quinto consecutivo tras los que le anotó a Espanyol, Getafe, Osasuna y Atlético Madrid, además de anotarse con tres asistencias en lo que va de la temporada.
"Ha sido una semana complicada, estaba un poco tocado, pero trabajé muy bien para poder llegar a un partido tan importante. Marcar en un derbi es algo especial y estoy muy contento en lo personal y por el equipo", expreso Lucas al término del partido disputado a puertas cerradas en el estadio Sánchez Pizjuán.
El presente de Ocampos es seguido de cerca por Lionel Scaloni, entrenador de la Selección Argentina, con la que debutó el 9 de octubre de 2019. Ese día ingresó al campo de juego en el inicio del segundo tiempo de un amistoso ante Alemania que la Albiceleste perdía por 2 a 0 pero que terminó igualando con tantos de Lucas Alario y del propio delantero del Sevilla, a los 85 minutos.
La capacidad de Ocampos y todo cuanto puede aportar a la Selección fue destacada por Lionel Messi, quien en su momento bendijo al quilmeño: "La aparición de Lucas Ocampos fue extraordinaria y tanto él como otros chicos permitirán que la selección siga creciendo. Es buenísimo que sigan apareciendo muchos chicos más".
Quien también se refirió al exfutbolista de River fue Scaloni, DT de la Argentina: "Quiero ver más a Lucas, me parece un jugador muy interesante", dijo tiempo atrás sobre la expectativa que tiene sobre el futbolista, a quien pretende incorporar como fijo en su equipo ideal.
Así como Josep Guardiola transformó la carrera de Lionel Messi al transformarlo en falso nueve nada menos que en un clásico ante Real Madrid, Lucas Ocampos también tuvo su Pep en la persona de Oscar Garré, el campeón del mundo con la Selección en México 1986 que lo tuvo a Ocampos en el seleccionado argentino Sub 17 que en 2011 participó en el Sudamericano y el Mundial de la categoría.
Tiempo atrás el propio Garré contó a La Nación sobre la posición de Ocampos:
- "Lucas llegó al juvenil como centro-delantero. Yo tenía en ese puesto a los otros dos chicos de River, Andrada y Pugh. Yo le veía condiciones porque tiene fuerza, sacrificio, recorrido".
- "Para mí, se perdía si lo metía entre los dos zagueros centrales rivales, quedaba encajonado porque por su físico necesita espacios. Entonces le indiqué que cuando perdíamos la pelota, retrocediera por la izquierda, y que cuando la tuviéramos, atacara desde la izquierda hacia el centro".
-"Un día viene y me comenta que el padre y el representante le dijeron que tenía que jugar de N° 9. Le pregunté a qué se dedicaba el padre: 'albañil', me respondió. Entonces le contesté que le dijera al padre que se dedicara a hacer bien las casas y al representante que se ocupe de cuidarle la plata. Que de dirigir me encargaba yo. Tan equivocado no estaba".
-"Por la izquierda le fue muy bien en River y está haciendo carrera en Europa. Estoy esperando que un día venga, me pague un café y me diga que algo de razón tenía. Lo digo con buena onda, porque es un buen chico y se merece el progreso que está mostrando".
Efectivamente, supo Garré encontrarle a Ocampos su puesto ideal para desarrollar unan carrera que hoy atraviesa su mejor momento. Cabe recordar que tras su comienzo en River, del que se fue tras 40 partidos, siete goles y cinco asistencias, pasó al Mónaco por 16 millones de euros. Allí jugó 96 partidos, anotó 15 goles y dio ocho asistencias. Lo que siguió fue Olympique de Marsella (132-27-15), Genoa (17-3-0) Milan (12-0-2) y Sevilla (30-13-4), club en el que ya es parte de la historia grande pero en el que tiene mucho más para dar.