Santiago Lange fue el primer deportista argentino en alzar la voz y pedir que tanto él como el resto de los atletas clasificados y con chances de acceder a Tokio 2021 tuviesen el OK del Gobierno para volver a entrenar. Delfina Pignatiello, estrella de la pileta, fue más allá: dijo - en diálogo con TN- que estaba triste y que no descartaba dejar la natación porque muchas de sus rivales ya estaban poniéndose a punto en otros países.
La reacción del Gobierno y del ministerio de Deportes y Turismo fue automática: se comunicaron con muchos atletas y federaciones con la idea de acelerar y coordinar un proceso que les permitiese volver a la práctica dentro de un protocolo sanitario estricto para evitar posibles contagios de coronavirus. Pero las promesas quedaron en la nada y los deportistas están enojados.
Pasó más de una semana desde el reclamo del olimpismo argentino. Aún no hay noticias. Toda Pasión pudo confirmar que este mediodía muchos atletas mantuvieron una conversación con el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein, donde expresaron su malestar por la falta de respuestas por parte del gobierno. "Hay que ser creativos para que nos dejen volver a practicar", dijo Lange hace unos días.
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No hubo DNU ni soluciones. Los atletas están muy molestos con la secretaria de Deportes, Inés Arrondo: creen que les están dando vueltas y ellos consideran que están perdiendo un valioso tiempo para volver a los entrenamientos clave para llegar bien a los Juegos que, en principio, están programados para mediados de 2021. "Mis rivales están practicando y me sacan ventaja", se quejó hace unos días Pignatiello en TN.
La promesa de las autoridades que tienen que tomar esta decisión era resolver todo lo antes posible. Sin embargo, los deportistas se toparon con dilataciones del Gobierno y las Federaciones por la aprobación o modificación de los protocolos sanitarios. ¿Cómo terminará esta historia? ¿Los atletas volverán a alzar la voz?
