Martín Caparrós va por la vida buscando historias. Muchas de ellas terminan en libros o relatos cortos que describen situaciones ficticias o de la de la vida real, que le permiten al lector meterse de lleno en sus vivencias. En este caso, el escritor brindó una entrevista al diario La Nación en la que habló de fútbol, una de sus pasiones, y por supuesto de Lionel Messi.
El escritor elogió a la Pulga y su manera de jugar ya que desde que vive en España lo puede disfrutar en vivo y en directo. Consideró que Messi nunca podría ser un personaje de ficción: "Consigue hacer lo imprevisible de manera regular y sostenida. Hace muy previsiblemente lo imprevisible, todo el tiempo. A diferencia de Maradona, es muy poco dramático", opinó.
Caparrós analiza que Messi no perdió sus raíces argentinas, pese a que hace 20 años que vive en Barcelona. "Sigue hablando en un argentino cerrado, toma mate, come asados. No se le pegó nada de lo europeo, salvo esa especie de seriedad que al argentino le disgusta. Pero desde la última Copa América se argentinizó, se lo vio más protestón. Consiguió entre él y varios más que Barcelona se convirtiera en un cabaret a lo Latorre. Nunca hubo tanto lío en el vestuario de Barcelona como ahora que Messi es capitán", indicó.
Messi, según Caparrós
"Messi es poco argentino en el mal sentido de la palabra. Lo curioso es lo argentino que sigue siendo. Hace 20 años que está en Barcelona y sigue hablando en un argentino cerrado, toma mate, come asados. No se le pegó nada de lo europeo, salvo esa especie de seriedad que al argentino le disgusta. Pero desde la última Copa América se argentinizó, se lo vio más protestón. Consiguió entre él y varios más que Barcelona se convirtiera en un cabaret a lo Latorre. Nunca hubo tanto lío en el vestuario de Barcelona como ahora que Messi es capitán. En Barcelona tienen terror a que Messi se vaya. Pero volviendo a la relación que tenemos con Messi, siempre pensé que lo vimos como al pibe que un día podía jugar para nosotros, como uno nuevo en el barrio, al que no vimos crecer ni desarrollarse como parte de algo nuestro. Lo curioso del otro lado es que Messi se siente absolutamente argentino. Ahí está el cortocircuito".