"No me gustó cuando Jordan dijo que Pippen fue egoísta en la última temporada, el jugador más altruista posible, el que por amor al juego y a su equipo espero muchos años que le paguen lo que correspondía, solo estaba defendiendo sus derechos", escribió Julio Lamas en lo que fue una de las primeras críticas sobre el mundialmente elogiado documental que repasa la era de Michael Jordan en Chicago Bulls en la NBA.
El exentrenador de la Selección Argentina (1997/99 y 2011/14), hoy al frente del combinado de Japón, se refirió a la frase con la que el mítico MJ cierra el segundo capítulo de El último baile (The Last Dance), en la que dijo: "Yo sentía que Scottie estaba siendo egoísta. Se preocupaba por sí mismo en lugar de lo que implicaban sus palabras para la organización y el equipo".
El argumento de la segunda entrega aborda las diferencias que el alero, el otro gran emblema deportivo de los Bulls de Jordan, tenía con Jerry Krause, entonces gerente general de la franquicia, quien ignoraba los pedidos constantes del jugador por una mejora en su contrato, que llegó a ser 11 veces menor que el de Jordan cuando era su principal socio.
Incluso en esa temporada de la NBA, la de 1997, en la NBA había 121 jugadores que cobraban más que él. Según datos de Hoopshype, en 1992 Scottie Pippen era el octavo jugador mejor pagado de la NBA, algo muy acorde a su estatus. Sin embargo, gracias a la explosión de popularidad que sus propios Bulls alimentaron, el límite salarial de la liga creció un 226% durante los siete años que duró el contrato y para 1997 era el 122º.
