El viernes 18 de octubre de 2019 Enzo Baglivo viajaba a bordo de su auto rumbo a su domicilio. El entonces defensor de Temperley, de 26 años, volvía de la casa de un excompañero de equipo en la UAI Urquiza, adonde había ido a comer un asado. Fue en la intersección de las calles 14 de Julio y 25 de Mayo, en Lanús Oeste, donde su vida cambió para siempre cuando entre las 2 y las 2:30 de la mañana un chofer de remis cruzó un semáforo en rojo e impactó el vehículo del futbolista, que avanzaba con luz verde. "Estaba en el momento de la vida que quería estar, no podía pedir nada más. Ahora trabajo para rehabilitarme y no depender de una persona las 24 horas". La vida antes versus la vida después.
Enzo, que en enero cumplió 27 años, se encuentra internado en la clínica de alta complejidad CICEC de Villa Urquiza, donde cada día dedica su rutina a la rehabilitación de su cuerpo en el que sólo tiene sensibilidad desde los pectorales hacia arriba. Su personalidad y carisma lo transformaron en una de los pacientes más mimados por los médicos y enfermeras que se ocupan de él las 24 horas. Desde allí atendió a Toda Pasión para charlar de aquella vida que tuvo y de la que ahora le toca afrontar, la que trae consigo los desafíos más grandes para los que trabaja física y emocionalmente.
TP: "¿Cómo estás, Enzo?"
EB: "Esperame un segundo que estoy tomando un medicamento"
TP: "¿Te llamo más tarde?"
EB: "No, no. Ahora hacemos la entrevista... Dame agua, por favor", se oye a Enzo decirle a la enfermera de turno con quien intercambia un diálogo que termina con risas. Vuelve al teléfono y con picardía explica: "Es una señora grande ya... me dice que me ría, me dice lo que tengo que hacer…"
TP: "Te cuidan todos ahí, ¿no?"
EB: "Y... más o menos" , dice, se ríe y sentencia: "Sí, la verdad que sí. Me cuidan mucho".
¿Cómo es tu rutina en la clínica?
Tengo poco tiempo libre. Al teléfono, por ejemplo, lo uso sobre todo a la noche porque tengo tres horas de rehabilitación a la mañana, tres a la tarde y antes de bajar al primer horario de trabajos me demanda una hora aproximadamente prepararme, vestirme y después está el almuerzo, las comidas y cuando me quise acordar se pasó el día y ya estoy listo para descansar.
¿De qué trabajos consta la rehabilitación?
Tengo una hora de gimnasio y una de terapia ocupacional a la mañana. Los lunes y miércoles voy con la psicóloga y a la tarde tengo una hora más de gimnasio y TP. Luego vuelvo al gimnasio y así termina el día.
¿Cuál es tu diagnóstico?
No lo sé específicamente. No tengo sensibilidad ni movilidad en ninguna de las dos manos ni de los pectorales para abajo. Sabemos que lo que provocó la parálisis es que yo me rompí la quinta y sexta vértebra a la altura cervical que produjo una inflamación de la médula y eso paralizó el cuerpo.
¿Recordás cómo fue tu día antes del accidente?
Me acuerdo patente… a la mañana fui a entrenar, luego llegué a mi casa, almorcé, dormí la siesta como todos los días y a eso de las 19 me fui a la casa de mi amigo, un excompañero que jugó conmigo en UAI Urquiza. Comimos un asado y entre las 2 y 2:30 de la mañana me estaba volviendo para mi casa cuando pasó.
¿Qué registro tenés de lo ocurrido?
Me acuerdo de todo, las calles que agarré, me acuerdo todo hasta el momento del impacto y en el tiempo que pasó me aparecen flashes. Me recuerdo adentro del auto, sangrando, con el cuerpo completamente paralizado, enroscado abajo del volante y sin, poder abrir la boca, pidiendo ayuda. Gracias a Dios, el choque fue frente a una salita y la gente de ahí fue la que me asistió en un principio. Recuerdo que una persona le decía a la otra 'no lo toques, no lo toques' ,y esa persona le contestó 'cómo no lo voy a tocar si se nos muere'. Ahí me sacaron a la fuerza del auto y yo tenía la mandíbula y los dientes apretados, así estaba. Me decían 'no te duermas, quién sos, de qué trabajás', me hacían muchas preguntas para mantenerme despierto. Me pidieron un número de teléfono y les di el de mi viejo. Ahí vino la ambulancia y mientras me llevaban al Hospital Evita donde fue que me atendieron en primera instancia para suturarme la herida de la cabeza los médicos me decían 'Enzo, no te duermas; Enzo, mové las piernas, mové los brazos', pero yo no podía mover absolutamente nada. Tardé muchísimo en empezar a mover el cuello… en un principio lo único que podía mover eran los ojos y la boca para hablar y comer pero nada más.
¿Qué sabés de la persona que provocó el accidente?
No hay acciones legales en contra de quien me chocó porque a los ojos de la ley está visto como una infracción de tránsito, no como un intento de homicidio o como algo así, sólo es una infracción de tránsito. Se sabe quién es la persona, es un remisero que en ese momento estaba trabajando.
A partir de esta etapa, ¿conociste otras historias de personas con tu caso?
Hay muchas historias de casos parecidos o iguales al mío. Muchas se rehabilitaron y otras no de la mejor manera pero tienen vidas plenas y felices, trabajan, tienen su familia y sus hijos como una persona completamente normal. La realidad es que hoy, en 2020, una persona discapacitada en silla de ruedas tiene infinidad de posibilidades, solo tiene que tener la voluntad de afrontar la vida.
¿Con qué historia de todas las que conocés te quedarías?
El mejor amigo de un amigo mío me viene a visitar a la clínica y es un pibe que tuvo exactamente la misma lesión que yo y hoy vive en su departamento, tiene su mujer, su hijo, maneja su auto, tiene su trabajo, camina con bastones pero camina y tiene su vida completamente normal y plena. Es un pibe de 24 años y es un gran ejemplo de vivir.
¿Qué tratamientos existen para tu cuadro?
Hay muchos: existen unos chips nuevos que estimulan el cuerpo a que se mueva por medio de la electrónica, hay otro de células madre, uno de placas, hay varios. Hasta donde sabemos, el mejor de todos es el de células madres, que acá en Argentina se hace pero ninguno te da una garantía de hasta donde podés recuperar, qué porcentaje. En otros lugares del mundo como Japón, Israel, España o Estados Unidos sí te dan un porcentaje pero obviamente es muchísimo más costoso.
¿Qué posibilidades tenés de afrontar los costos de un tratamiento?
Si dependiera sólo de mi familia, en este momento no podría estar ni siquiera un mes internado, esto me lo está cubriendo la obra social, nosotros tenemos planes de primero decidir qué tratamiento vamos a hacer, luego de eso dónde y a partir de ahí la idea es hacer algunos eventos para recaudar dinero para ese posible tratamiento. Y obviamente confiando en que AFA, Agremiados y los clubes donde participé y el mundo del fútbol nos den una mano porque la vamos a necesitar, obviamente.
¿Qué era la vida antes y qué es ahora?
Antes estaba en el lugar indicado y en el momento indicado de mi vida. Estaba yendo todo bien, la verdad que hacía rato no me sentía tan bien y creía que mi vida era lo que quería, no me podía quejar absolutamente de nada, tenía planes, proyectos pero bueno… mi vida cambió y ya no soy el mismo.
Ahora mi objetivo es rehabilitarme de forma que cuando me den el alta de acá sea la persona más independiente posible para poder afrontar una vida sin depender de una persona las 24 horas del día, que pueda vivir solo, que pueda tener un hijo, responsabilizarme de una familia, que pueda trabajar. Esa sería mi meta, poder viajar, terminar mi casa, eso quiero, pero para eso tengo que trabajar muchísimo el cuerpo y la cabeza, que es fundamental. Tengo que dejar de extrañar mi antiguo cuerpo, mi antigua vida y es difícil pero lo voy a lograr porque con el pasar de los días voy entendiendo mi realidad y mi presente. Estoy aprendiendo a ser feliz con quien soy hoy, no siento rencor por la vida ni por nadie, solo que a veces es difícil aceptar que uno ya no es el mismo.
Cómo sobrellevás la cuarentena y acaso puedas vos desde tu lugar enviar un mensaje a todos aquellos que por el motivo que fuera no cumplen con las medidas de prevención que terminan por afectar a otros...
Es difícil porque no puede venir la familia, los amigos, el personal de la clínica está colapsado pero se banca, todos tienen que poner su granito de arena y acá en la clínica no podemos ser la excepción. A la gente la entiendo, es normal lo que les pasa porque en su lugar estaría igual porque uno no reconoce lo que tiene hasta que lo pierde, eso es una realidad, pero en este momento ha que ser solidario, pensar en la familia, en los amigos, en uno mismo y si cada uno respeta la cuarentena tiene que ser consciente que está cuidando a sus seres queridos, no solamente se trata de uno sino por los demás. Hay que tener un poco de voluntad, ser responsable, tener paciencia, tolerancia, es algo que no nos caracteriza como país pero creo que se puede hacer y si somos cada vez más los que intentamos concientizar vamos a estar más cerca del objetivo a nivel nacional y después, si se quejan de la vida que tienen pónganse a pensar que siempre se puede estar peor o si no… que me vengan a visitar a la clínica.
¿Quienes son las personas con las que tratás y te cuidan a diario?
Uy… yo acá conocí otra vida, otro mundo, acá conocés historias, formas… hay un montón de pacientes con los que compartís charlas, melancolías, antes, cuando se podía, mates. Acá estoy con mis compañeros de rehabilitación, con mis terapeutas, enfermeros, camilleros, terapistas ocupacionales, la gente de mantenimiento, todos nos relacionamos y te acostumbrás a vivir así. Hay un montón de personas trabajando para que los pacientes estemos bien.
Entre todos los tratamientos que hacés está el psicológico. ¿Cómo te llevás con esa rama?
Antes de esto jamás estuve internado, nunca nada grave y una vez, dos o tres meses antes de mi accidente, había consultado con un psicólogo por un tema deportivo que por un análisis de mi vida. Después de mi accidente, cuando conocí a mi psicóloga en la clínica, lo primero que me salió decirle fue que quería lograr mi objetivo, lo mentalizado que estaba en poder salir adelante.
¿Cómo te sentís para afrontar lo que viene?
Estoy bien, estoy fuerte, tengo un montonazo de personas que me escriben, que me mandan sus buenos deseos y eso me da mucha fuerza. Es verdad, yo si estuviera solo no podría. Tengo una familia hermosa que me banca, tengo una novia que me banca, unos amigos de fierro, tengo a mis ex compañeros… es impresionante la gente que está al lado mío así que no me podría quedar ni aunque quisiera.
¿Hay momentos para pensar en aquello a lo que te gustaría dedicarte o sólo se trata de la recuperación?
Todavía no pensé qué hacer, me gustaría seguir ligado al fútbol, sin dudas, pero no sé desde qué punto. Para eso tendría que tener una movilidad y de acuerdo a cómo se rehabilite mi cuerpo dependerá la profesión que quiera seguir.
Enzo es claro en su pensamiento y conceptos. Se comunica con solvencia y seguridad. Ahora tiene una nueva vida. Y se está amigando con ella.